domingo, agosto 2

El peligro oculto




Aparentemente, era la situación ideal. Llegar a un equipo joven con una mega-estrella de las que surgen una vez cada muchos años. Sin embargo, Larry Brown tenía sus preocupaciones a la altura del verano de 1997 cuando tomó el control técnico de una de las franquicias históricas de la NBA: los Philadelphia 76ers. Allen Iverson no era un jugador más. En el draf de 1996, que incluía joyas como Kobe Bryant o Ray Allen, fue el número uno sin discusión. El prodigio de Georgetown tenía todas las condiciones físicas para ser un mito en cualquier deporte, pero también poseía suficiente leyenda negra para asustar a cualquier entrenador. 



La propuesta de la Ciudad del Amor Fraternal era explosiva. Por un lado, el enfant terrible que tenía mucho más que ver con la moda rapera que los rígidos trajes de etiqueta anhelados por el Comisionado David Stern. En el otro frente, un maestro de la Vieja Escuela que quería llevar los valores universitarios de la NCAA a unas canchas cada vez más sedientas de astros y espectáculos anotadores que los fundamentos. Uno de los motores era Pat Croce, el empresario que aceptó el reto de presidir a unos Sixers que eran el faroillo rojo del campeonato y que era tan fan de The Answer como admirador de los métodos de Larry Brown, discípulo aventajado de North Carolina. 



Precisamente ese vínculo con su mentor Dean Smith hizo sorprendente la decisión de Brown de traspasar a Jerry Stackhouse, cuyo brillante pasado con los Tar Heels y su proyección de máquina anotadora no le impidieron ser enviado a Detroit. A cambio, llegó un defensor interior como Theo Ratliff y Aaron McKie, un escolta poco dado a las florituras, pero muy solvente. Estaba claro que el nuevo míster temía no tener balones suficientes para dos metralletas compulsivas. No contento con ello, determinó que Iverson abandonase su puesto de base, algo que se complementó de forma clara con la llegada de Eric Snow a comienzos de 1998. El mayor rigor táctico se tradujo en 9 victorias más que la anterior temporada, si bien no alcanzaron los Playoffs.  


"Allen Iverson inyectó toda su energía a la ciudad de Philly"- Pat Croce



Brown estaba acostumbrado a hacer campañas dignas con escuadras en reconstrucción. Ahora, tenía la ventaja de una carta ganadora, un elemento diferente a todos. El técnico no podía enseñarle nada del arte de regatear que el muchacho de 1´80 no supiera de botar en las duras calles de Hampton. Sin embargo, el viejo zorro sí tenía un máster en aplicar a los suyos en el arte del bloqueo, especialmente por sus años con Reggie Miller en los Pacers. Aunque le costó adaptarse al principio, AI se fue encontrando con tiros más cómodos, saliendo de pantallas y comprendiendo que sus compañeros podían hacerle brillar más. 



El extraño cierre patronal benefició a los jóvenes Sixers. Con menos carga de partidos, al fin alcanzaron los soñados Playoffs. Se esperaba mucho de Iverson en esas lides y el chico no defraudó a nadie, brindando un gran primer duelo ante los Orlando Magic de Penny Hardaway. Solamente los inspirados Indiana Pacers de Larry Bird cercenaron sus aspiraciones de ir más lejos en semifinales. En aquel momento, su relación con Brown era un matrimonio a la italiana. Consciente de que no podía permitir precedentes, el lacedemonio preparador se indignaba ante los desplantes en las prácticas, mientras que en la grada del Wells Fargo Center se volvía loca en la pista. Allí, le vieron arrojarse a por balones perdidos, jugar con dolor y encarar a pívots colosales a quienes doblegaba por mera fuerza de voluntad. 



Podría decirse que Brown era quien sufría mientras el resto disfrutaba. En el All Star de 2000, Oakland se embelesó con quien empezaba a ser considerado el mejor astro libra por libra de la NBA. Podía anotar de espaldas ante Duncan o correr la pista y culminar en una violenta entrada. Ante su orgullosa madre, Iverson se inspiró en la primera ronda ante los Hortnets para ganar prácticamente solo la eliminatoria. El problema, bien lo sabía Brown, era cuando chocaban ante Indiana, un equipo donde Miller tenía un liderazgo que involucraba al resto. Los rumores sobre que Pat Croce debería elegir entre uno de los dos miembros de la pareja disfuncional iban creciendo. 


"Una de las cosas que lamentó de mi juventud es no haber aceptado la crítica constructiva. Haber comprado el método Brown antes"- Allen Iverson. 



Misteriosamente, ambos dieron lo mejor de sí mismos tras aquellos meses de prensa sensacionalista. Iverson mejoró todavía más las que ya eran las prestaciones de un genio. Fue el MVP más bajito en la historia de la NBA y, además, aprovechó la lesión de O´Neal para brillar como nadie en el All Star de Washington en 2001. Con su técnico ayudándole junto a las estrellas del Este, otro mito callejero como Stephon Marbury y él dejaron una remontada para el recuerdo ante el Far West. Sorprendiendo al mismísimo David Stern, The Answer llamó a Brown para compartir el galardón. Algo había cambiado. Estaban en sintonía. El cielo era el límite. 



En el idílico curso por el Este, la franquicia reaccionó ante un revés de la fortuna: la lesión de Ratliff. Sacrificando a nombres como Toni Kukoc se hicieron múltiples traspasos para obtener a la muralla de los Atlanta Hawks: Dikembe Mutombo. El pívot africano hizo que los aguerridos Sixers defendieran incluso mejor que antes. Tras batir a sus verdugos de Indiana, Iverson elevó las audiencias mundiales con un duelo de antología ante Vince Carter. En una bonita metáfora, fueron sus compañeros quienes le salvaron el séptimo día. Ante los Bucks de George Karl, con luminarias como Ray Allen o Sam Cassell, la dramática serie se resolvió con agonía y con quejas en Milwaukee sobre el star-system con el que los colegiados parecían proteger más a algunos nombres que otros. 



En su obra maestra, Iverson fue la única persona capaz de robar un triunfo en postemporada a los Lakers de una pareja Bryant-O´Neal en estado de gracia. Fue el punto álgido del proyecto de Pat Croce, cuya marcha privó del mediador ideal entre Brown y Iverson. La siguiente campaña fue una plaga de lesiones que llevó a un bajo rendimiento global de la plantilla. Pese a vendajes en manos y brazos, The Answer forzó el quinto definitivo en el Garden frente a Paul Pierce y Antoine Walker. Allí fueron masacrados por los orgullosos verdes, con el entrenador señalando las indisciplinas de su mega-estrella. Ahora sí que el divorcio parecía inminente. 


"Todavía hoy en día la gente en los aeropuertos me reconocen. Probablemente, no saben cómo me llamó, pero recuerdan que entrené a Allen Iverson. Siempre quieren saber cosas sobre él"- Larry Brown. 



Haciendo un último esfuerzo de aquella mercurial alianza, tanto jugador franquicia como el estratega de la pizarra mantuvieron un armisticio. La marcha de Mutombo a los poderosos Nets de Jason Kidd fue vista como una cesión de poder en la Conferencia Este. Brown pareció sacar lo mejor de sí para implicar a la debilitada plantilla, haciendo un prometedor inicio de curso en la temporada 2002/03. No obstante, en vísperas del All Star encadenaron derrota tras derrota. A Iverson le cambió el semblante y se lanzó con una furia desconocida a evitar el descalabro de no tener postemporada. 



Toda la reprimenda que le caía en los vestuarios desaparecía en la pista. En sus peores momentos, Brown jamás cuestionó lo que veía en el pabellón cuando se encendían los focos. Iverson lideró la liga en robos, además de ser uno de sus máximos anotadores. Respondió a las 82 citas anuales y, en primer ronda, tuvo un duelo homérico con Baron Davis. Los Hornets volvieron a sufrir la desdicha de medirse al monstruo del playground. En semifinales, los Pistons de Ben Wallace se colocaron 2-0. Como ante los Celtics, The Answer se dejó el arma para equilibrar la serie. 



La eliminación fue digna y ambas figuras hicieron honor a su calidad. Con el paso de los años, que incluyeron incluso un enfrentamiento en Playoffs o una convivencia olímpica, las dos personalidades antagónicas se regalaron elogios y aprecio. En la Ciudad del Amor Fraternal se fraguó una extraña y bonita amistad que llega a día de hoy. 



DESCANSO DE VACACIONES: Hasta el próximo domingo 23 de agosto, el blog se encontrará sin actualizaciones por descanso estival. A partir de dicha fecha, proseguirá con su periodicidad habitual semanal. Como siempre, agradecer a todas las personas que en algún momento hayan dedicado su valioso tiempo a leer el blog. Nos leemos a la vuelta. Felices vacaciones.



FOTOGRAFÍAS EXTRAÍDAS DE LOS SIGUIENTES ENLACES:



https://sixerswire.usatoday.com/2020/05/07/larry-brown-opens-up-on-allen-iversons-practice-rant-on-anniversary/ [Propiedad de la fotografía: Jeff Kowalsky, vía Getty Images] [Consultada el 02/08/2020]






http://www.thepostgame.com/when-allen-iverson-drove-larry-brown-resign [Propiedad de la fotografía: ThePostGame] [Consultada el 02/08/2020]



-https://basketballsocietyonline.com/allen-iverson-reveals-one-regret/allen-iverson-larry-brown [Propiedad de la fotografía: Basketball Society Online] [Consultada el 02/08/2020]