Never shall me down

Si él está contento, el resto de la ACB se preocupa. Dusko Ivanovic, no solamente por la coleta, parece rejuvenecido en esta liga diferente. Se nota que es grupo joven le motiva, como él mismo ha admitido: "Quieren hacer cosas grandes". La excepcional situación podía permitir a un histórico reverdecer viejos laureles. Con nombres como Shengelia entre sus filas, el cielo era el límite. Quizás le venían a la mente los años felices con el Tau Cerámica. 

Sargento de hierro cuyas defensas son innegociables. En Vitoria conocieron la forja de su acero, su talento y rigidez. Jugador legendario en los días de la invencible Jugoplastika, nadie duda de que muchos pupilos logran a sus órdenes un nivel físico y mental al alcance de pocos. Cayeron copas, liga y presencia en la F4, si bien asimismo fue inolvidable aquel triple de Alberto Herreros. Tras una temporada de ensueño, un minuto de terror para los locales acabó con una de las finales más dramáticas de todos los tiempos. 

Durante este torneo, todo ha sido facilidad. Incluso los partidos duros son los que más ha disfrutado. Cuestionado por la impecable defensa ante el Valencia Basket en el tercer cuarto de unas semifinales preciosas, incluso se permitió un amago de sonrisa: "Perfecta no, pero si muy buena". Es el nivel de exigencia, uno que le hizo chocar incluso con una divinidad del Palau como Juan Carlos Navarro. La senda del balcánico es unidireccional y sus colmillos son afilados. 

Fue el partido de la transformación. Uno de los duelos más dramáticos que hemos vivido, además de aderezado con calidad y jugadores en estado de gracia. Una jornada donde el Baskonia recuperó sensaciones de grande de la ACB. Fue ante otro histórico, el club andaluz que desde la década de los 90 hizo creer que todo era posible a la ciudad de Málaga. Este año los de Luis Casimiro lograron una final del torneo del KO en casa, aunque con el regusto amargo de que el Madrid logró imponerse de forma clara. 

A Pierriá Henry se le ponía cara de killer en los minutos finales, mientras que la escuadra verde tenía un representante de similar categoría de la mano de Axel Bouteille. Un choque de alto voltaje y donde el último cuarto fue un clásico instantáneo. Se olfateaba en el ambiente que el vencedor tendría más de medio billete para las cotizadas semifinales. 

Achille Polonara, un crack transalpino al alza durante estas jornadas, anotó un tiro libre agónico que sirvió para dar todavía más interés a una prórroga donde los dos colosos se vieron obligados a bajar la intensidad por la tremenda exigencia de los cuarenta minutos previos. La magnífica banda sonora de Conan el Bárbaro precedió el saque de Carlos Suárez que Henry despejó con el ansía de un equipo hambriento de su triunfo número tres. Ivanovic no olvidaría la épica ni el 0-15 en contra durante el último cuarto. 

La Orden del Dragón

"Amo a estos chicos y lo siento, no pudimos pasar". Jordan Loyd ha hecho soñar al Valencia Basket, una institución seria que hace las cosas con orden y coherencia. El explosivo jugador de Chicago marcó una canasta de las que siempre se recuerdan ante el Burgos para acercar más el pase a semifinales. Frente al Gran Canaria, sencillamente, podía anotar desde cualquier posesión en una jornada de infarto que los taronjas hicieron una fiesta. Ante el bravo Baskonia, les tocó la ora cara de la moneda.



Bojan Dubljevic era una opción más que seria en el interior para buscar asegurar la prórroga. Ante la mirada taimada de Ivanovic, Loyd pensó como Larry Bird cuando tocaba decidir una de tres para ganar o dos tantos para equilibrar la balanza. Los aros lo repelieron el grito de un épico conjunto vasco heló a la Fonteta, impecable en las labores organizativas. El mismo celo que tiene el staff técnico baskonista para colocar a Toko en el mejor lugar posible de la defensa.



Todo en el encuentro fue exquisito. Shengelia interesándose por el tobillo de Labeyrie, recordando que esto, a fin de cuentas, solo es un juego. Shields, ya sublime contra el Barcelona, conectó el triple que parecía colocar el colchón definitivo. Respondió San Emeterio, un veterano para mil ocasiones, excelente en sus fintas y aprovechar los recursos. No podía pedirse mejor regreso a las finales para el Kirolbet, de la mano de Dragic y la Orden del Dragón Ivanovic.

"Quién me iba a decir que esto no es un sueño"- Jayson Granger.



Hace dos años, con Pedro Martínez y sus atractivas propuestas bajo el brazo, el Baskonia robó la ventaja de campo ante un Madrid guiado bajo la batuta celestial de Doncic. Aunque compitieron bien, en una afición tan exquisita como la vitoriana, perder los dos choques en su propio feudo supo mal. Ahora, están a un solo partido de volver a llevarse uno de los títulos más celebrados.



Jayson Granger, susto superado, no quiere levantarse del sueño. Es un denominador común de Baskonia y Barça, ambos llegarán al martes con la ilusión de querer tocar el cielo con la mano. La igualdad del choque en la fase de grupos invita pensar en un encuentro igualado, otra jornada de infarto en un emocionante formato. Vildoza, uno de los incombustibles, advierte ya que no quiere ni oír hablar de la posibilidad de no ganar.



Pesic, siempre uno de los más aplicados en el aula, ya dio el primer aviso: "No es fácil para nadie medirse al Baskonia".