domingo, abril 26

"¿Un partido de basket para ver en la cuarentena? Cualquiera de los Sacramento Kings o de los Phoenix Suns de Steve Nash"- Antoni Daimiel. 



Si solamente nos importase el equipo ganador, bastaría con resumir cada campaña de la NBA en un teletexto. Por supuesto, no sentimos lo mismo cuando nuestra franquicia favorita llega a tres finales de conferencia consecutivas que si es el farolillo rojo de la liga. No obstante, hay más cosas, Horacio, de las que entiende la filosofía del pragmatismo más mezquino. A la altura del curso baloncestístico 2002-2003, los Sacramento Kings eran el paso lógico de un ambicioso proyecto gestado por los emprendedores hermanos Maloof y el vicepresidente Geoff Petrie: hacer un club vistoso en un mercado donde el todopoderoso vecino de Los Ángeles tenía todo el glamour para llamar a los agentes libres cual canto de sirena. 



Para sortear esa desventaja y un historial de equipo perdedor, los Kings apostaron por traer talento europeo (Vlade Divac, Peja Stojakovic, Hedo Turkoglu, etc.). En aquellos días, la confianza en los jugadores procedentes del Viejo Continente no estaba tan extendida. Con un entrenador que apostaba por el juego coral y ofensivo, Rick Adelman, Sacramento pronto se convirtió en uno de los conjuntos que, si estabas zapeando, te apetecía dejar puesto el televisor. Cada año eran más firmes y en las Finales de Conferencia de 2002 había sido precisa una prórroga, el talento descomunal de la pareja Kobe-Shaq, un triple sobre la bocina de Horry y uno de los arbitrajes más desafortunados que se recuerdan para privarles de un anillo que llegó a olfatearse en el devoto Arco Arena. 



De cualquier modo, no eran los únicos con un plan. En Dallas un excéntrico millonario, Mark Cuban, había invertido cantidades faraónicas de dinero para convertir al equipo de basket local, los Mavericks, en un serio candidato al título. Las deidades del Olimpo le vinieron a ver cuando pudieron conseguir los derechos de un espigado ala-pívot alemán llamado Dirk Nowitzki y que sería el mejor jugador que jamás vio la tierra de JR. De la mano de un ex Celtic con muchos anillos en los dedos, el viejo zorro Don Nelson, Dallas se convirtió en una amenaza muy seria del Far West, querida por el paladar de la persona aficionada por su ataque vistoso y tendencia al triple.


En un mundo tan competitivo, el primer encuentro de los dos proyectos dio lugar a una hermosa historia. Los más experimentados Kings dominaron a Dallas (4-1), pero cada partido individual de la serie fue muy disputado y vistoso en anotación. Especialmente, el cuarto choque fue un clásico instantáneo, rematado con una penetración de Mike Bibby superando al mismísimo Nowitzi. Llegado en lugar de un malabarista del balón como Jason Williams, Bibby fue el tirador letal exterior que necesitaban los de Adelman para dar un paso adelante en sus ansías por el título.



Con un rosario de lesiones muy importantes cara a mayo de 2003, los Kings se apoyaron más que nunca en su generosidad distribuyendo el esférico para firmar un impresionante registro de 59 triunfos. Solamente fueron superados por las 60 de los constantes San Antonio Spurs de Tim Duncan y David Robinson... y los propios Mavs de Nelson. De hecho, solamente una "pájara" de última hora había impedido a Dallas quedarse con la primera plaza del Far West, empatados en la tabla, pero con peor coeficiente.



Nada de eso pareció impresionar a unos Kings que, de la mano de un Chris Webber excelso, robaron la ventaja de campo de las semifinales. Sacramento venía de arrasar a una escuadra veterana y sólida como los Jazz de la pareja Stockton-Malone. Por su lado, Nowitzki y los suyos desembarcaron tras un infierno ante los llamados "Jail" Blazers, un roster con problemas extradeportivos pero que, en una buena tarde, podía vencer a cualquiera. Una primera ronda apasionante que merecería un libro para sí sola. Para el caso que nos ocupa, lo relevante era que los pupilos de Nelson sembraron dudas y su rival mostraba plena y creciente confianza. 


Todo cambió el 8 de mayo de 2003. De hecho, quizás incluso el destino del título de la NBA se modificó en una acción fortuita donde el pase elevado de Bibby no fue recogido por Chris Webber. El polémico ala-pívot, talento altamente promocionado desde sus días en los Fabulosos Cinco de Michigan, estaba en el suelo y conteniendo el dolor. La rodilla. Bill Walton, legendario jugador de los Blazers y Celtics, ahora comentarista de las eliminatorias, no daba crédito. Los Kings llevaban siendo sus favoritos desde 2002 para alcanzar la cima.



Vestido de paisano, Webber acudió al Arco Arena con semblante de pocos amigos. Muy respetado en el vestuario de Sacramento, elogiado al máximo por el staff técnico de Adelman, nunca tuvo una relación fácil con los medios. Por su lado, el Arco Arena preparó sus cencerros y decibelios altos para recibir a uno Mavericks que no solamente contaban con la grandeza de Nowitzki: el base canadiense Steve Nash y el escolta Michael Finley estaban en un pico de forma increíble, conformando un Big Three devastador en la línea exterior.



Superada la primera impresión de perder a su jugador franquicia, los Kings salieron con mucha agresividad a ambos lados de la cancha, especialmente Bibby. Ante la mirada de mitos como Paul Silas, los locales querían hacer valer el hecho de que eran la única escuadra aquellos Playoffs que no conocían la derrota en su feudo. Hubo inyecciones de moral como la presencia de Bobby Jackson en el banquillo, puesto que la anterior jornada en Dallas había recibido un fuerte impacto facial ante Raef LaFrentz. Descartando usar mascarilla y luchando con algún problema de visión, el base estaría a disposición de Adelman, mientras Bibby lograba sacar rápidas faltas a Eduardo Nájera, uno de los mejores recursos defensivos de Nelson.


A pesar de los años transcurridos, el juego de aquellos Kings sigue siendo muy vistoso a ojos actuales. Sin el faro de Webber, se vieron obligados incluso a intensificar más sus pases, algo que se tradujo en un marcador de 42-26 en los compases del segundo cuarto. No obstante, si había un contendiente capaz de entrar en frenesí anotador eran Nowitzki y cía. Cuando Portland les empujaba al abismo, el dorsal 41 había encontrado aun aliado formidable en Nick Van Exel, base con vocación anotadora que era el complemento idóneo para el generosísimo Nash.



"Los ataques ganan partidos; las defensas, campeonatos". Ese viejo axioma, no por ello carente de una parte importante de razón, también se aplica a la NBA. El romanticismo de los Mavericks con la línea de tres les llevaba a encuentros espectaculares y también a algún que otro naufragio. No obstante, a diferencia de una apuesta basada en músculo y trabajo duro en pintura, siempre que un planteamiento como el de Don Nelson no tiene la tarde, se ponen en entredicho las decenas de triunfos acumulados antes. Apostando por sus cargas, en ocasiones casi suicidas con el tiro exterior, Dallas logró irse al descanso con una pequeña desventaja (64-62). Eso sí, la canasta final local fue muy emotiva, una penetración de Bobby Jackson, infatigable pese a sus problemas físicos.



Si tienen a bien ver este duelo, sentirán que el tiempo se pasa volado. Posesiones ágiles, ritmo vertiginoso, penetraciones, ganchos al poste bajo, etc. También verán una pequeña locura que llevó a Adelman a frotarse los ojos. En el tercer cuarto, las posesiones de ambos equipos, repletas de tiradores mortíferos como Stojakovic (quien firmó el pico anotador de su carrera en postemporada) se repartieron para fallar seis triples seguidos. Lo curioso es la falta de reproches que existían entre sus plantillas, una firme convicción en su credo y en que cuando alguien falla, bastante suele tener en la cabeza para insistir en ello.Vestido de paisano, hallarán al entusiasta Mateen Cleaves. En algunos mentideros solamente se recordará su entusiasmo en la banca durante el cuarto partido de Sacramento frente a LA que al final se les escapó por obra y gracia de Horry. Pero era mucho más que eso. Tuvo un calvario de lesiones y siempre fue un compañero ejemplar, no se perdía un partido y era tan fanático de los suyos como lo fue M. L. Carr para los Celtics de Bird.


Un triple esquinado de Nowitzki dio en la paleta y salió fuera. 91-82 para Sacramento en el tercer cuarto. Los comentaristas y, probablemente cualquier aficionado neutral, se sentían tan cómodos que el duelo podía prolongarse hasta las tres de la madrugada de aquella noche. Keon Clark, consciente de lo imposible de rellenar el hueco de un All Star como Webber, acertó sus cinco primeras canastas, mientras que Van Exel proseguía su festival de triples. Como todo aquel día, Stojakovic respondió con su arma favorita.



Espoleados por la magia de un Nash que hacía moverse a las defensas a su antojo, Dallas amenazaba con tomar el control. De cualquier modo, Vlade Divac dobló el esférico para Bibby, el hombre clave para los Kings sobre la bocina, quien colocó en el abismo a los Lakers del Maestro Zen. 112-110 y la locura. Las siguientes posesiones fueron de vértigo y el momento para un defensa impresionante, alguien que, en teoría, debería pasar desapercibido en la orgía anotadora. Con experiencia ACB y unas Finales como escudero de Allen Iverson, Raja Bell agarró rebotes fundamentales y prefirió esperar a que fuera Van Exel quien lanzó la bomba que llevó a una prórroga de un clásico instantáneo.



Doug Christie, uno de los ídolos de la grada por cómo se dejaba la piel ante estrellas como Kobe Bryant, volvió locos a sus fans con dos triples para mantener el empate. Michael Finley dejó un mate a dos manos digno de su ídolo Jordan. Walt Williams tuvo la valentía de jugarse un disparo de tres que puede que sorprendiese incluso a sus compañeros. Divac sacó una falta personal clave a Nowitzki. Falló los dos tiros libres, mientras que su grada y compañeros no dejaban de animarle. Se veían cosas insólitas en el Arco.


La segunda prórroga obligó a mover los banquillos. Shawn Bradley salía con tan mala suerte en el salto inicial de mandar el esférico para una carrera de Bobby Jackson que estrenaba el marcador en la segunda prórroga. Van Exel, en un movimiento casi de ajedrez, sacó un 2+1 psicológico que expulsaba a Bibby, el gran referente sin Webber. Divac protestó arduamente que no le diesen una canasta frente a Nowitzki, si bien se resarció casi de inmediato con un tiro a tabla.



Si todo habían sido un platos de alta cocina, la frutilla del postre elevó las canastas a categoría de arte. Williams y Christie se mantenían, mientras Nash dejaba una bandeja con un finger roll que tuvo una estética impresionante. Llevaba 31 aquel día. Jimmy Jackson respondía, todos los hombres de Sacramento sabían a poner un gran grano de arena sin su All Star perenne en pista. El marcador iba 133-132 con 16 cambios de liderazgo en la ventaja y hasta doce ocasiones de empate. Rara vez una entrada al pabellón ha valido hasta el último centavo como ese día.



Van Exel, el infatigable, logró otra vez deslumbrar con su puntería. Los Kings se negaron a morir, incluso cuando Williams volvió a martillearlos cuando todos vigilaban a Nash. Bobby Jackson corrió para entrar a canasta y luego presionó lo suficiente a su adversario canadiense para que no agarrase el pase de Notizki. La tercera prórroga estuvo a punto de ocurrir, sobre todo cuando Jimmy Jackson palmeó casi sin aliento un rebote ofensivo (137-138).


Debe partirse aquí una lanza por Van Exel. Cuántas veces no le dirían que estaba loco por lanzar los tiros libres a más distancia de la necesaria. Igual que Juan Carlos Navarro y otros genios, buscó siempre los disparos que le fueran más cómodos, no cediendo nunca en su concepción del basket. Si bien tuvo muchas tardes dignas de recuerdo, nunca estuvo tan heroico en los Playoffs de 2003. Se sentía cómodo con Notizki, Nash y Finley, pudiendo demostrar su enorme valía.



Sacramento se fue con la cabeza alta y defraudó los malos augurios empatando la serie. Al final del sexto juego de unas apasionantes semifinales, Christie agarraba el balón ante un eufórico Arco Arena. El séptimo, Notiwzki se puso los galones de MVP. Pero lo más importante es que juntas, las dos franquicias dejaron un partido imborrable para el recuerdo.



Si solamente importa quien se pone el anillo al final, el tercer duelo de Kings y Mavericks debería caer en el olvido. Para todos esos privilegiados que no se enmarquen en el primer bloque, les quedan horas de caviar para revisitar.



BIBLIOGRAFÍA:



- BIRD, L., Larry Bird Drive: The story of my life, Bantam Books, New York, 1990, p. 240.



- PALMER, C., "Having no Webber no excuse for Kings", ESPN The Magazine, 18/05/2003. Disponible en: https://www.espn.com/nba/playoffs2003/story?id=1555819 [Consultado el 20/04/2020]



- VÁZQUEZ, G. y TOBÍAS, M. J., Invasión o victoria: Extranjeros en la NBA, Ediciones JC, Madrid, 2012, pp. 443-451 y 454-457. 



ENLACES DE INTERÉS:



Chris Webber´s injury [Propiedad del vídeo: Lifelong9er Fan78] [Consultado el 20/04/2020]



NBA HARDWOOD CLASSICS: Sacramento Kings-Dallas Mavericks Game 3 (WCS 2003) [Propiedad del vídeo: akzepihC boB] [Consultado el 20/04/2020]



FOTOGRAFÍAS EXTRAÍDAS DE LOS SIGUIENTES ENLACES:



https://khtk.com/12404/on-this-date-2004-mavs-game-1/ [Propiedad de la foto: Jed Jacobsohn, vía Getty Images] [Consultada el 20/04/2020]



-https://bleacherreport.com/articles/591654-dallas-mavericks-why-peja-stojakovic-isnt-going-to-make-them-any-better [Propiedad de la foto: Jed Jacobsohn, vía Getty Images] [Consultada el 20/04/2020]



-https://bleacherreport.com/articles/673894-nba-power-rankings-dirk-nowitzki-and-25-best-european-players-in-nba-history [Propiedad de la foto: Jed Jacobsohn, vía Getty Images] [Consultada el 20/04/2020]



-https://www.si.com/nba/mavericks/dbcom-board/mavs-hire-nick-van-exel-to-join-the-scouting-department-full-story-here-XJoKUoS-fUubXMQrfFwF2w/2019-10-11T17:15:03.8423570Z/e0-Ch1ms2ku5lHhI1GqvNQ/02l5zGvx6kOwisNgqKcoxQ [Propiedad de la foto: mavensports.io] [Consultada el 20/04/2020]



https://thesmokingcuban.com/2018/09/08/dallas-mavericks-steve-nash-vs-jason-kidd/2/ [Propiedad de la foto: Kohl Rast][Consultada el 20/04/2020]



http://archivo.elsalvador.com/noticias/2003/05/17/deportes/depor3.shtml [Propiedad de la foto: AP] [Consultada el 20/04/2020]



https://aroyalpain.com/2020/03/30/sacramento-kings-5-classic-games-youtube/5/ [Propiedad de la foto: aroyalpain.com] [Consultada el 20/04/2020]