Never shall me down

¿Quién es la persona con más medallas en la disciplina de baloncesto entre Mundiales y Juegos Olímpicos? La reputación y fama nos llevaría a pensar de inmediato en nombres como Kobe Bryant o Michael Jordan. Sin embargo, ninguno de esos killers de los transatlánticos Dream Teams presenta mejor hoja de servicios que Sue Bird (New York, 1980), una legendaria base que fue elegida por las Seattle Storm en el draf de 2002. 

En la ciudad donde tenía su programa de radio Frasier Crane, Bird fue la armadora de juego y triplista mortífera de la franquicia, ayudando de forma activa a la celebración de tres anillos de campeonas en su estancia. Desde hace poco de tiempo, fue escogida por los Denver Nuggets para desempeñar funciones en las operaciones baloncestísticas del equipo de Jokic. Durante un duelo frente a los Blazers, protagonizó una interesante entrevista en uno de los palcos de Colorado, donde intercambió impresiones con Kevin Garnett sobre el enfrentamiento con Portland. 

Y es que siempre parece haber seguido en su trayectoria una línea recta, la misma que le proporcionaba su visión de juego para ostentar varios récords en materias de asistencia, si bien perdura en el highlight su capacidad para anotar triples decisivos. Los rumores llegaban desde su estancia en su instituto de Queens, la mítica barriada de Peter Parker, donde durante su segundo año fue la líder de una temporada en la que sus compañeras y ella terminaron invictas. Las universidades de la NCAA prepararon uñas y dientes para convencer al a perla de que apostase por sus programas. 


Quienes se llevaron la perlas fueron las Huskies, quienes pudieron lucir un apabullante balance de 136 triunfos por solo 9 derrotas durante la estancia de la playmaker. Dos coronas (en 2000 y 2002) certificaron que todo estaba saliendo cómo se esperaba en uno de los proyectos más sólidos de los que entraban a la WNBA.



Si cometiéramos la injusticia de quedarnos con un solo encuentro para definir su impacto en su franquicia, bien podría ser el partido a muerte súbita en las semifinales de 2018. Con leyendas como Diana Taurasi en sus filas, Phoenix se presentó en Seattle con una misión, helando el pabellón con un eléctrico arranque, mientras el aro se iba haciendo más y más pequeño para las locales.



Luciendo máscara por un golpe recibido en la nariz con anterioridad, fue un primer triple de Bird el que marcaría el camino de la remontada. Con especialistas en ganchos como Breanna Stewart, las anfitrionas luchaban cada posesión, si bien Phoenix poseía la combinación de jugadoras veteranas con la explosividad de gente como Turner. A partir de ahí, pinchen en el resumen del encuentro en esta misma entrada y disfruten de todo un show en el último cuarto.


Por si fuera poco, en su vida personal ha conformado una de las parejas más explosivas y populares del deporte estadounidense: la relación de Bird con la célebre futbolista Megan Rapinoe, alguien que comporte galardones con gente como un tal Lionel Messi. Sin caer en el efecto tabloide, simplemente citar el hecho por el carisma de ambas personalidades, dos puntas de lanza en disciplinas con tanto eco como el fútbol y la canasta.



Lisa Brummel, propietaria de las Storm, la describió de una forma insuperable: "floor general". Taurasi, con quien ha mantenido una sana rivalidad que las ha hecho mejores a ambas, siempre habla maravillas de su liderazgo dentro y fuera de la pista. Pese a su puntería, su vista como point guard coloca sus cimientos en generosos repartos de asistencias.



Si alguna vez las preguntan quién es la persona del planeta basket con más premios en competiciones internacionales... no lo duden: "The Dagger and the Bird". Única e intransferible.