domingo, marzo 22

Hay un momento en que el milagro de la generación espontánea resulta simpático incluso a los rivales. La escuadra se convierte casi en el segundo equipo de las otras aficiones y la prensa deportiva elogia con generosidad una serie de victorias pintorescas, atípicas y que se creen efímeras. El problema es cuando ese proyecto surgido de la nada se hace más sólido. De repente, la bondad con la que eran recibidos en canchas contrarias se vuelve recelo por miedo a que les afanen los puntos y los medios de comunicación empiezan a rastrear posibles fisuras para evitar que se incomode a los conjuntos históricos de gran poder, los que más masas de aficionados desplazan. La Real Sociedad de Alberto Ormaetxea inició la década de los 80 del pasado siglo cumpliendo paso por paso dicha premisa. 



El Milagro Txuri Urdin: Las Ligas de la Real es un documental firmado por la plataforma Movistar, un reportaje breve, pero que rescata con testimonios de primera mano las vivencias de unos protagonistas que merecen más recuerdo dentro del fútbol español. Eran los días en que Arconada se convirtió en el portero de enormes reflejos en el legendario Atocha, mientras que Roberto López Ufarte desafiaba la tenencia de un deporte en aquellos días contundente y áspero para brillar con regates de pellizco, siendo el niño bonito de la afición blanquiazul. 



Lo advirtió Boskov, perro viejo de olfato fino, "La Real ya no es un equipo pequeño". El salto fue tan tremendo que, de repente, los goles de Zamora bien podían valer un entorchado liguero. Iñaki Gabilondo rememora como el equipo de donostiarra de sus amores les hizo vivir un sueño, colándose en un territorio que parecía prohibido. Son los días de Juan de Olaizola y cía, una plantilla sólida, compacta y capaz de mantenerse firme en cualquier campo. 


Una de las enseñanzas más duras vino en el Santiago Bernabéu, donde Araconada, no sin cierta hábil ironía, plantea una segunda acepción al famoso concepto de "miedo escénico" acuñado por Jorge Valdano. Dominando 0-2, a los donostiarras se les vendría el mundo encima tras el 1-2. Un penalti más que polémico y una decisión controvertida en la última contra de la Real acabaron señalando unas tablas a la postre decisivas. Como el propio equipo vasco admite, en Sevilla les pudo la presión de ganar, no siendo tan recordado que en Madrid no tuvieron ninguna suerte con las decisiones del colegiado, además de carecer de los enormes altavoces mediáticos que poseen los clubes de la élite en esas lides para quejarse hasta la saciedad. 



La campaña 1980/81 sería igualmente agónica, aunque con final feliz. Si bien eran los días donde Satrústegui se entendía con una sola mirada para que Ufarte lo dejase solo ante la portería, todos los integrantes de esa Real siguen pensando que nunca jugaron igual de bien que en su anterior subcampeonato. Pero en aquella edición tuvieron una fe inquebrantable que se manifestó en El Molinón. Con el emblemático Juanito ya caminando de rodillas en el césped de Valladolid para festejar otro entorchado, la última arremetida de la Real acabó con un gol a la desesperada de Zamora, quien, generosamente, considera que la autoría debe ser compartida con todos sus compañeros y afición. 



Allí pagarían la novata de querer festejar la primera vez y descuidar una eliminatoria copera ante el Sevilla que podía haber sido el camino a un doblete. Volverían a mostrar bisoñez ante un conjunto serio como el CSK de Sofía que les eliminó por la mínima en Copa de Europa durante la primera ronda. Pero regresarían. En esta ocasión, el pulso comenzó siendo con el Barcelona de Schuster. Nuevamente, final de suspense que se agravó con la visita del Bilbao de Manu Sarabia, a punto también de dar un gran salto en competitividad. En un partido muy tenso, el 2-1 final de los locales certificó la sapiencia adquirida por unos muchachos que ya estaban acostumbrados a esas lides. 


Se habían acostumbrado a saborear el éxito y tuvieron la visión de un entusiasta presidente que ya advirtió que se debían dejar el alma en la primera Supercopa celebrada en el país, la de 1982. Toda Atocha cantó la parada de Arconada a la pena máxima que habría sido el gol de la honra del Real Madrid tras otro recital. Los blanquiazules ya no era un candidato y tampoco particularmente simpáticos en mentideros adversarios. Su segunda edición de la Copa de Europa confirmó todas esas percepciones. 



Aunque poseían mucha dinamita arriba, Ormaetxea y su staff técnico lo construían todo desde atrás adelante. Una solidez que llevó a épicas eliminatorias como el triunfo ante el Celtic de Glasgow. Las semifinales ante el Hamburgo fueron una guerra que tuvo la épica de llevar la defensa en cuadro para resistir un bombardeo teutón desde el primer minuto al último. El gol de Diego en el minuto 80 abría las optimistas puertas de una prórroga donde resolver las cosas desde los once metros era más que prometedor gracias a su guardameta. 



Fue un día donde el bigote de Larrañaga ya se había adueñado de un puesto fijo en el once en el equipo de sus amores. Una jornada donde un linier se lesionó y Ufarte sintió un presentimiento trágico. No iba desencaminado. Fue el recién llegado quien no vio el fuera de juego de Von Heesen, quien firmó con su tanto el billete de lo bávaros para medirse a la Juventus de Turín. 



Quedaría un último hurra con la Copa del Rey de 1987. Los ecos de un milagro que nunca fue flor de un día ni casualidad. 



FILMOGRAFÍA:



- El milagro Txuri Urdin: Las Ligas de la Real. Productora: Movistar. 2020.



ENLACES DE INTERÉS:



La Real, en modo campeón (Fiebre Maldini)



La habilidad de López Ufarte (Fiebre Maldini)



Alirón donostiarra



Segunda campaña de la Real Sociedad en la Copa de Europa (Mundo Maldini)



Hamburgo-Real Sociedad (vuelta, Fiebre Maldini)



FOTOGRAFÍAS EXTRAÍDAS DE LOS SIGUIENTES ENLACES:



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-https://www.realsociedad.eus/es/noticias/detalle/semifinalista-de-copa-de-europa

1 comentarios:

Enrique dijo...

Fantástico artículo. Gracias!! Solo quiero añadir 3 cosas como aficionado de la Real de los 80:
1.Antes era más difícil que ahora, donde los equipos rivales eran más duros. No eran solo Madrid y Barcelona. Hoy día el futbol es más desigual y antes también se era más permisivo con la dureza. Hoy día es más fácil para los delanteros.
2-Las semi finales de la Copa de Europa fueron con las bajas de Kortabarría, Zamora y Satrústegui. Si sin ellos casi se llega a la final, con ellos en forma, la opción de ganar la copa de Europa era muy alta. Además una copa de Europa de verdad, no como lo de ahora.
3-Después de la liga del 82 se lesionan de gravedad Zamora y Satrústegui. Perko Alonso se traspasa al Barcelona. Si los dos primeros no se hubieran lesionado tan gravemente, la Real hubiera podido ganar más ligas entre los años 83 y 88. Suerte para los rivales!