lunes, abril 15

Enemigos íntimos



Admite discusión. Decir que e séptimo partido entre los San Antonio Spurs y los Dallas Mavericks en las semifinales del Oeste (séptimo juego a vida o muerte en 2006) es el mejor encuentro de la Historia en la NBA no es nada descabellado. El choque tuvo de todo, un dominio aplastante de los visitantes al inicio, una épica remontada de los locales y una prórroga forzada sobre la bocina por Dirk Nowitzki al entrar a canasta como un titán y sacar un 2+1 a Manu Ginóbili. Por supuesto, no falló el tiro libre que les llevó a un tiempo suplementario donde ganaron los de Dallas, espoleados por su dorsal 41.



Gregg Popovich recordaría eso, también el gesto de dolor de ala-pívot alemán cuando en un choque fortuito años atrás, en los Playoffs de 2003, se lesionó de gravedad y tuvo que ver con ojos llorosos como sus compañeros remaban seis partidos para caer ante los triples de Steve Kerr en el sexto duelo. Aquel día el bávaro le suplicó a su míster, Don Nelson, que le pusiese en cancha frente a San Antonio, pero el sagaz estratega prefirió perder una eliminatoria que arriesgar la salud de su estrella. Como esas habría mil batallitas más, puesto que Mavs y Spurs han llegado a ser enemigos íntimos durante décadas. 



Por eso, Drew Eubanks asistió entre perplejo y obediente a los inusuales gestos de la banca. Uno de los sargentos de hierro, evolucionado a general renacentista, más ganadores de la NBA le suplicaba que no defendiese aquella acción. Nowitzki careció de oposición y anotó su última suspensión, con ese característico gesto de echarse hacia atrás. Pops, quien durante años le lanzó a los peores perros de presa posibles (Bruce Bowen, Robert Horry, el gran Tim Duncan, etc.), corrió a fundirse un abrazo con uno de los tipos que más quebraderos de cabeza dio a su pizarra. Toda la grada Spur le siguió en el gesto, sin que Dirk pudiese contener las lágrimas. Era su último partido como profesional. 


"Ha sido muy divertido. Siempre es muy divertido jugar contra Dirk"- Pau Gasol.



Nadie duda que Pau Gasol demostró ante la mejor selección francesa jamás ensamblada que el baloncesto es un deporte de cinco contra cinco... donde a veces una persona marca la diferencia. Tampoco se niega que Arvydas Sabonis, con las rodillas maltrechas y apenas medio amago de salto, paseó su clase y sabiduría por las canchas de la NBA dando una lección tras otra. Y que Drazen Petrovic desafió a todo un sistema para mostrar que un croata podía cruzar el Atlántico y liderar a una franquicia en la entonces muy cerrada liga norteamericana. Y así tendríamos varios otros nombres ilustres en la memoria.



Considerar que Dirk Nowitzki ha sido el mejor europeo que ha jugado en Estados Unidos jamás debe verse como una falta de respeto al resto de pioneros. Ni podemos (ni queremos) olvidar a Detlef Schrempf, quien dedicó unas emotivas palabras a su compatriota en Dallas, una cesión de testigo por parte de dos embajadores inmejorables del país teutón en las canchas del globo. Simplemente, el eterno dorsal 41 ha logrado personificar en su aportación a este deporte toda una evolución y el esfuerzo de generaciones.



Incluso ante las defensas impecables de Jorge Garbajosa, uno no sabía si lamentar o aplaudir aquellas canastas milagrosas con las que batió a la selección española en varias ocasiones. También sufrió derrotas frente a los Gasol, Navarro y compañía. Sus esfuerzos cada verano le llevaban a ser un apellido por el que pagar la entrada. Ahora, nos faltará algo cuando vemos algún partido de basket del combinado alemán, se añorará la figura espigada de aquel pistolero de 2´13 metros a quien el mítico Andrés Montes definió con su usual olfato: Robin Hood.


"Si has dado todo lo que tenías, no hay nada de que avergonzarse. Una derrota no es una desgracia"- Dirk Nowitzki.



Durante años, había sido un cuento de hadas. Un jugador casi desconocido de las divisiones inferiores alemanas que, descubierto y entrenado por Holger Geschwindner, es llamado casi de inmediato a la NBA mediante el draft de 1998. Pese a que algunos cuestionaban su fata de dureza por su estilo espigado, el excéntrico propietario de los Dallas Mavericks, el millonario Mark Cuban, lo definió a la perfección: "Desde que llegué aquí he permitido a Nowitzki hacer lo que quiera. Y nos ha ido muy bien". Profesional y leal a la franquicia, es ya uno de los contados casos de fidelidad a unos colores de principio a fin.



Pero hubo momentos delicados. En 2007, sus Mavs eran los mega-favoritos de todas las quinielas. Habían perdido de forma agónica (y con muchos tiros libres en contra) las anteriores Finales frente a los Heat de Wade, pese a colocarse 2-0 al arranque. Estuvieron muy cerca del récord de triunfos de los Chicago Bulls de Jordan, además de ser Nowitzki el MVP. Pero en primera ronda les cayó un caramelo envenenado: los Golden State Warriors de un Baron Davis que firmó la mejor actuación de su carrera. Además, les entrenaba Don Nelson, el primer técnico del alemán en la NBA y uno de los pocos que sabía los mejores trucos para dificultar sus múltiples vías de anotación. Fue el viejo zorro de Nelson quien sacó el mejor rendimiento de Steve Nash (el mejor amigo de Dirk en la Liga), Michael Finely y el propio Dirk en sus primeros años, pero en aquella ronda fue el hacedor de una pesadilla, la eliminación más dura de su carrera.



Dicen que una persona inteligente se repone pronto de un éxito. En cambia, una necia nunca se sobrepone a un éxito. Nowitzki aceptó bien la derrota y mejoró incluso en su carácter. El líder que abroncaba en público a Erick Dampier o se frustraba con facilidad cambió. Aprendió mucho de aquel revés y cómo afrontar los Playoffs. No puede decirse de la visión mayoritaria de la prensa y un sector del público, siempre dispuestos a simplificar y que le colocaron una etiqueta injustamente mezquina: "Es muy bueno, pero cobarde en los momentos decisivos". Repite una mentira muchas veces y quizás logres hacerla parecer real. Si bien las siguientes temporadas siguió a nivel excelso, la etiqueta intentó pegarse a su piel. Pero el 41 no lo permitió.

"Estamos ante uno de los mejores de todos los tiempos. Sentí que debía tener ese gesto con un profesional tan grande en todos los aspectos"- Doc Rivers.



Ronda tras ronda se producía el milagro. Incluso los jóvenes Thunder de una mega-estrella en ciernes como Kevin Durant se veían obligados a hincar la rodilla. Parte de la grada del American Airlines Center sigue pellizcándose, habrían jurado haber visto a Dirk Nowitzki levitar. Más allá del anillo, lo ocurrido en 2011 fue algo insólito, la confirmación de un ala-pívot forjado en años de duelos cada noche frente a gente como Karl Malone, Tim Duncan, Kevin Garnett, Pau Gasol, Chris Webber, Rasheed Wallace y otros maestros del poste bajo. Sin esa incansable competitividad no se entiende que la estrella bávara lograse (perfectamente amparada por veteranos del calibre de Jason Kidd, Jason Terry y Stojakovic, entre otros, además de la pizarra de Rick Carlisle) tumbar a un Megazorn como eran los Miami Heat de Lebron James, Chris Bosh y Dwyane Wade.



Más allá del título, récords de anotación (inolvidable aquella noche donde T-Mac y él justificaron el insomnio) y All Stars constantes, lo que perdurará en el recuerdo ha sido el tributo que todas las canchas han rendido esta temporada, con la incómoda sensación de que sería la última vez que podrían disfrutar a quien tanto peligro les dio deportivamente. Profesionales impecables como Doc Rivers silenciaron el Staples californiano para quitarse el sombrero ante alguien que, en su despedida, llevó en peregrinaje a Scottie Pippen, Sir Charles y Larry Bird.



Dicen que a los grandes nunca hay que enseñarles la puerta de salida. Nowitzki cuelga las botas por decisión propia. Se retira querido y admirado por compañeros y adversarios. Con las personas aficionadas a este deporte le va a costar un poco más. Seguimos enfadados por no poder volver a verle tirar esos magníficos triples y disfrutarle. Le terminaremos perdonando, pero esas cosas no se hacen.



ENLACES DE INTERÉS:



Ceremonia de despedida a Nowitzki en Dallas



Las 10 mejores jugadas de Nowitzki en la NBA



Mavericks-Spurs séptimo juego (mejores jugadas)



Nowitzki versus T-Mac



Playoffs 2011



San Antonio despide a Nowitzki



FOTOGRAFÍAS EXTRAÍDAS DE LOS SIGUIENTES ENLACES:



https://clutchpoints.com/mavs-video-spurs-gregg-popovich-dirk-nowitzki-share-final-embrace/



https://www.mundodeportivo.com/baloncesto/nba/20171115/432900171164/tweet-pau-gasol-dedicado-anos-duelos-dirk-nowitski-nba-foto-2003-tuit.html



http://30homegames.blogspot.com/2011/12/happiness-dreams-hard-work-dirk.html



https://sportsday.dallasnews.com/dallas-mavericks/mavericks/2017/03/07/similarity-luke-walton-sees-dirk-nowitzki-kobe-bryant-30000-point-careers