Never shall me down

El viejo maestro les tenía donde quería. Aíto García Reneses era consciente de que sería muy complicado que su Alba de Berlín tuviera el mismo acierto en ataque del exhibido en Alemania. Pero supo ver que la presión estaría en el Valencia Basket, la escuadra que ya había estado allí antes. El primer cuarto comenzó de forma genial para sus intereses, con los taronjas viendo el aro como algo minúsculo. Tuvo que ser San Emeterio quien agitase las cadenas para sacar a los locales de su sueño en aquel encuentro de desempate de la Eurocup. 

La Fonteta comenzó congelada. Rafa Martínez, capitán y emblema de los años dorados del club, un tipo que estuvo en los buenos y malos tiempos, no se vestiría de corto. Como Puyol hizo en Wembley, el jugador con más conexión en la grada supo ser útil de otra forma. Unicaja. Todavía estaba presente aquel revés, esa final que se escurrió de entre los dedos. La escuadra española sabía que, pasase lo que pasase, esos partidos son muy largos y suele ganar quien mantiene una idea clara. 

Cultura del esfuerzo. Bonito logo para lucir en una camiseta. Complejo de llevar a cabo. Jaume Ponsarnau recogió un regalo envenenado, una magnífica plantilla pero que ya no tenía a piezas clave como Oriola. El recuerdo que dejó Pedro Martínez anulando al mejor Real Madrid que se recuerda no era fácil de igualar. Lo ha hecho pizarra en mano y devanándose los dedos en una partida contra el gran Aíto, quien pidió un tiempo muerto en el segundo cuarto que reconocía el peligro. El Valencia había despertado y se comportaba como el eterno aspirante que es. 

Y ahí sonó su guitarra. Bojan Dubljevic es un genio. Con su barba y aire de estrella rockera, es uno de los ojitos derecho de la grada taronja. Lo sabe y disfruta de una forma inteligente. Sería bueno en cualquier sitio, pero es en tierras valencianistas donde sacan lo mejor de sí mismo. Ya sea su presencia interior o los triples mortíferos que conecta. Eleva el nivel del resto y se beneficia, lleva siendo la gran apuesta de este proyecto desde hace temporadas y lo ratifica. Otros hacen mejores estadísticas, pero él supone un termómetro de cómo va el encuentro. 

Porque el más eficiente fue Will Thomas (apellido que les da suerte en esta institución, fíjense en su tocayo Matt). Que pregunten a Pablo Laso los problemas que puede llegar a dar este chico a una defensa adversaria. Fue cocinando su MVP lentamente, con la calma que requieren las grandes citas. Su mejor socio en la aventura fue Diot, siempre certero e inteligente para lograr que luciera y lograse canastas. Cuestión de equipo. 

Como buen estratega, Reneses intentó cambios y defensas zonales para evitar que eso se desbordase. Pero ya estaba sentenciado. Cuando la Fonteta se encuentra en ese estado de comunión con los suyos es casi imposible resistirse. La más que meritoria andadura del Alba de Berlín se terminó en el tercer cuarto, el resto fueron minutos para el festejo y la alegría de celebrar una copa en tu cancha. 

Hubo lágrimas como la de Chechu Mulero, director deportivo, quien no pudo contener el júbilo en las épicas semifinales ante el Kazán. Aquel día se sufrió la primera expulsión por antideportiva de Dubljevic. Era la octava final continental, un sueño que ligaba la época de la pareja interior Oberto-Tomasevic con este presente tan dorado. Y eso en un curso tan irregular como este de 2018/19, donde han existido grandes alegrías y también reveses. 

Fue en Kazán donde ganaron la Eurocup de 2014. Los muchachos de Juan Roig lo vieron como un guiño cómplice del destino. Porque perdieron dado la cara aquella final de Copa del Rey ante todo un Real Madrid. O la reciente caída en cuartos ante el Barça de Pesic. Caer, levantarse y volver a luchar. Nuevamente, fácil de pronunciar, casi imposible de hacer de una forma natural. 

En jornadas como frente al Rytas Vilnius, nombres como Guillem Vives, Tobey o Labeyrie se hicieron más y más grandes para meterse en un santoral donde cada vez hay más cristaleras representando la fortaleza de un proyecto que avanza siempre. Nada es casualidad. Valencia Basket.