Never shall me down

En muchas ocasiones, se dice que los buenos ataques ganan partidos y las defensas, campeonatos. Ejemplos como Eslovenia el pasado Eurobasket pondrían en entredicho esa aseveración, si bien es innegable que unas barricadas sólidas sustentan el sobrevivir en una eliminatoria. Sin duda, los staff técnicos de Girona y Valencia Basket incidieron a sus jugadoras en que quien mejor guardase su canasta saldría vencedor. Y se lo tomaron tan en serio que el pabellón de Vitoria se contagió de la asfixia de un partido dramático, más que unos cuartos de final parecía una última instancia. 

Anna Gómez lideró a las taronjas, logrando imponer su ritmo en muchas ocasiones. El mayor crédito que se le pudo dar es que logró la atención de la mismísima Laia Palau, curtida en mil batallas y dispuesta a marcar siempre a la mejor adversaria. Eso sí, en cuanto a anotación se refiere, la más brillante fue Meita Tirera con 22 puntos. 

Se llegó a un último cuarto de alta tensión, donde el aro se iba haciendo paulatinamente más pequeño. Anna Gómez, siempre ella, tuvo la oportunidad de mandar el encuentro a la prórroga con una bandeja que no entró. Probablemente, las valencianas dejaron pasar demasiados segundos hasta hacer la falta personal. El encuentro de alto voltaje llegaba a su desenlace, primando la mayor veteranía de la escuadra gerundense. 

La ilusión del aspirante

El Cadí La Seu parecía dispuesto a repetir la historia de la primera entrega de Rocky. Debutantes en el torneo copero, su rival en cuartos de final era nada menos que el RPK Araski, el anfitrión de esta edición. Bernat Canut, técnico de las catalanas, pudo comprobar sus peores temores cuando las jugadoras vitorianas, al más puro estilo Apollo Creed, acribillaron su perímetro con certeros lanzamientos que dieron la sensación de duelo fácil. 

Binta Drammeh y Ariel Edwards fueron las grandes dominadoras de este primer tiempo, cuadrando el planteamiento de la pizarra de Madelén Urieta. Haciendo la goma y aferradas a cada rebote, las visitantes fueron reduciendo distancias de una forma paulatina pero implacable. Andrea Vilaró y su versatilidad (17 tantos, 8 rebotes y 5 asistencias) marcaron el camino, mientras guerreras bajo tableros como Shereesa Richards aportaban mucho bajo la sombra. 

El último cuarto fue asimismo de alto voltaje. Vilaró, empeñada en ser la MVP de la tarde, anotó un triple decisivo que silenciaba el pabellón. La ilusión del aspirante lograba un KO histórico en el último asalto, volviendo a demostrarse que la fe mueve montañas en no pocas ocasiones.

"Donde crean un desierto, lo llaman paz"- Tácito.



Es una de las máximas del baloncesto femenino español en los últimos tiempos. Es un deporte donde juegan cinco contra cinco y, al final, el el Perfumerías Avenida estará en las últimas rondas. Una plantilla hecha con la eficacia de un relojero, con una crack como Silvia Domínguez en la sala de máquinas para evitar que haya una sorpresa desagradable de última hora. Las salmantinas no subestimaron el entusiasmo del Al Qázeres, quien en un gran primer cuarto advirtió de que no veían a pasear o disfrutar de la experiencia copera simplemente.



Miguel Ángel Ortega lo calibró, las adversarias de sus discípulas demostraron estar a la altura en el primer tiempo. Fue en el tercer cuarto donde las vigentes campeonas decidieron subir el listón, colocando un nivel inhumano para cualquiera. Jewell Loyd machaba el aro de su oponente, mientras que la defensa del Perfumerías era una orquesta de destrucción de ilusiones ajenas: 20-4 de parcial. Un shock demoledor que luego se tradujo en la primera ocasión en que un candidato a este título firmaba más de 100 puntos.



Ahí se ahogó el bonito sueño de un Al Qázeres que tiene motivos sobrados para pensar que seguirá creciendo. De estas experiencias compitiendo al máximo nivel de aprende mucho. Por su lado, el Perfumerías rotó y siguió preparando sus engranajes para su objetivo de lograr su octava muesca en esta competición.

The North remembers



Era un duelo con aroma norteño. Lointek Gernika y Gipuzkoa se disputaron en buena lid el billete a las semifinales. Vizcaínas y donostiarras no se dejaron nada en el depósito en un choque que comenzó con una intensidad que no entendía de nervios o minutos de tanteo. Pero todos los cuidadosos planes de vestuario en uno y otro bando se vieron alterados por un factor ante el que nadie tuvo respuesta: Courtney Williams.



29 puntos, 8 asistencias y otros tantos rebotes. Una escolta que se metió a su entrenador, Mario López, en el bolsillo con una facilidad pasmosa. Weaver escenificó la resistencia del IDK, escuadra que hizo la goma para evitar que los cuartos de final acabasen antes de tiempo. Un esfuerzo meritorio que se ahogó en los últimos diez minutos, donde el Gernika comenzó con un parcial demoledor que colocó un jaque que ya se intuía definitivo.



Con todo concluido, Williams se convertía por méritos propios en uno de los nombres a seguir en el fin de semana. Llegar y besar el santo, un debut soñado y un motivo de peso para albergar esperanzas en las durísimas semifinales que les aguardaban.


Nunca sola ante el peligro



Laia Palau inició el partido de semifinales justo donde lo dejó en cuartos de final. Es decir, con la quinta marcha puesta. El Girona se encomendó a ella para que fuese la maestra de ceremonias de una obra coral. Si la internacional es el cerebro, sus compañeras no tienen nada que envidiarle como brazos ejecutores que no van a fallarle. Julia Reisingerova fue una de las más listas de la clase al aprovechar cada pase del gran fichaje de este año.



El Cadí La Seu no se dejó impresionar por este inicio en modo apisonadora del Spar CityLift. Lograron ajustar e imponer una interesante presión a toda pista que les permitió la remontada en el segundo cuarto. Nadia Colhado le ahorró mayores quebraderos de cabeza a una de las escuadras candidatas al título para irse al vestuario con una ligera ventaja. Pero el tercer cuarto siguió por derroteros de igualdad, destacando la dirección de campo por parte de Bernat Canut, sagaz en los tiempos muertos que solicitó.



Con ambiente de carnaval, se cerraban unas semifinales mucho más disputadas de lo que dio a entender el marcador final. El Girona logró imponer el músculo de su fondo de armario, venciendo por provocar el agotamiento de sus convecinas. Eso sí, les quedaba la última parada en el camino, una que ya conocen demasiado bien... 


L´art c´est l´azur- Víctor Hugo.



En muchas ocasiones, somos injustos con ellas. Las jugadoras del Perfumerías Avenida han convertido lo difícil en fácil, hasta el punto de que le quitamos mérito. Por mucho presupuesto y organización sensata que tengan las salmantinas, coleccionar presencias en las finales es algo inusual, no el hábito rutinario que el equipo azulón hace en cada ocasión que se le presenta. Miguel Ángel Ortega y su staff hicieron una jaula especial para desactivar al gran peligro del norte, Courtney Williams.



Ver cómo triangulan hasta que Silvia Domínguez enchufa un triple que entra limpio hace pensar que el baloncesto es un deporte muy fácil. Con tantos nombres (Souza, Robinson, etc.) propios, el Perfumerías es una orquesta bien engrasada donde importa poco el MVP mientras se arrase al contrincante. La estocada llegó en un segundo cuarto mortífero donde firmaron una defensa inhumana, la que certificó el pase a la final.



Margaret Roundtree fue la gran rebelde en el barco vizcaíno, dando una demostración de coraje, si bien en el marcador se reflejó el desequilibrio: 74-46. Una prueba de que no querían sorpresas fue la presión a toda pista que las defensoras impusieron cada vez que las vizcaínas intentaban volver a la disputa.


La única mancha



El Spar Citylift Girona ha sido el último equipo en la competición doméstico que se ha mostrado capaz de batir al Perfumerías. Una demostración del potencial de las catalanas, si bien también un problema para ellas a la hora de esta final. A diferencia de los otros choques, las salmantinas salieron con todo en el arranque, conscientes de estar ante un oponente que le haría pagar cualquier paso en falso durante el choque.



El poderío físico de las defensoras del título encontró cumplida respuesta en los atinados porcentajes de triples a cargo de las gerundenses. La pregunta en el horizonte era si podrían mantener ese rango de acierto de forma constante, puesto que cuando el cansancio hiciese mella en el equipo escarlata la diferencia en el rebote podría ser abrumadora.



Eso lo notó de inmediato Erika de Souza, quien empezó a ser abastecida de balones para lograr acciones de mérito, combinando fuerza y calidad. La réplica vino de la mano del marcaje que sufrió entonces por parte de Colhado. El primer cuarto confirmaba las cábalas de los análisis previos. Duelo igualado y ligeras ventajas para el Perfumerías por su fondo de armario.

La octava copa



Queda claro por qué están en Vitoria. El Perfumerías tiene solamente una cosa entre ceja y ceja: su octava copa. A ese fin entregan su mejor juego para intentar romper el encuentro en el segundo cuarto. Eric Sulis respondería bien desde la banca, contestando con buenos ajustes para el Girona y planteando distintas defensas zonales en aras de frenar el peligro.



Gabby Williams logró enchufar un lanzamiento de tres puntos que aproximó mucho a las gerundenses a su objetivo. Sin embargo, la respuesta no se hizo esperar de la mano de Chrissy Givens, quien hizo lo propio para mantener al Perfumerías en unos guarismos más o menos cómodos.



43-37 para las salmantinas. Un margen poco excesivo, pero ante una maquinaria tan bien engrasada para sobresalir antojaba a que el desenlace podía ser muy grande para las charras. En tensa espera, unas y otras acudían al túnel de vestuarios.

El perfume



Es uno de los instantes predilectos de las pupilas de Ortega: el tercer cuarto. Givens toma las riendas en ataque y logra varias canastas de mérito. Hampton sigue intentando encontrar su juego, pero se muestra muy irregular. La gran figura para las catalanas es Colhado, un arma intimidatoria que también aporta en anotación.



Una de las cosas más admirables de las salmantinas es su don para la frialdad cuando el ritmo del partido deja de beneficiar sus intereses. Elin Eldebrink, francotiradora sueca con una mochila de experiencia sus espadas, logró un triple que fue una avalancha de nieve para un Girona que siempre intentó escalar y remontar.



En esos compases es donde más se nota el aroma de talentos como el de Elonu, siempre cómoda en las lides de cara o cruz. Su fichaje hace años fue una de las mejores inversiones para el conjunto charro, sabedor de que incorporaba otra MVP más a su proyecto. Gracias a su competitividad, el Girona seguía en el partido, pero con la incómoda sensación de no estar encontrando el camino del triple y los tiros libres, donde iba desgastándose poco a poco.

Williams remó hasta que no pudo más. Dongue corría la pista para recibir los certeros pases de Palau, quien acabó sumida en lágrimas por el esfuerzo sin recompensa. Cada una de esas jugadoras importantes personificaba el triste despertar de un sueño. Durante meses habían anhelado poder batir a un Perfumerías con bailes en el banquillo y más vulnerable, sobre el papel, que en otras ocasiones. Por eso el último cuarto resultó tan doloroso para los intereses del Girona. 

Cuando la escuadra catalana más se acercaba, surgió la presencia tremenda bajo tableros de Érika de Souza. Se la había fichado para instancias decisiva, disfrutando como pocas de los compases donde la pelota quema y el aro se hace diminuto. La brasileña fue el martillo sobre el que se apuntaló un desenlace que por habitual no debe subestimarse. Nuevo entorchado para el Perfumerías, institución que sobrepasaba al mítico y desaparecido Ros Casares como poder hegemónico del basket femenino español. 

Cada pieza de la perfecta máquina azul tuvo su momento de gloria, Laura Gil brindó su ayuda en el rebote ofensivo para seguir sumando. Silvia Domínguez dio garantías cuando más presionaba el Girona. Irónicamente, pronto volverán a verse las caras en liga. Condenadas a entenderse, mientras que el verso azul sigue siendo el gran protagonista de las últimas temporadas...