domingo, septiembre 30

Acerca de lo que importa



Santiago Martín de La Laguna se había volcado. La grada vio aquel 64-66 y sintió que se estaba acariciando el sueño de una final de campeonato del mundo en el propio feudo. Apenas faltaban unos minutos, sin embargo, ¿no son las "ratonas coloradas" expertas en convertir lo milagroso en rutina? Tras la defensa infernal a la que sometieron a las canadienses, muchas personas empezaron a pensar que incluso la colosal presencia de Liz Cambage podía ser superada por las pupilas de Mondelo, un bloque sin fisuras.   



Con 33 puntos, 15 rebotes y 4 tapones, la impresionante pívot australiana convirtió el apasionante choque en una sesión de reafirmar su insultante dominio. Sabía que España era el mejor escaparate posible. Un combinado que nos han malacostumbrado "tocando chapa" (Pepu Hernández dixit) cada año como quien colecciona cromos. Sabía que la grada (impresionante y volcada con las suyas) iba a silbara en cada acción y aceptó el reto cómo lo habría hecho Drazen Petrovic en su día. 



A ese fantástico seleccionador que es Lucas Mondelo no le gustó el show extradeportivo. Cambage se picó con la grada y cogió energía a partir de los abucheos. Enamorada de la sede del prestigioso torneo, consiguió que todo girase alrededor de ella en una épica batalla. Personalmente, me parecieron unas declaraciones en caliente, fruto del excelente trabajo que su staff y él han realizado para llegar hasta allí, sintiendo la frustración de quedarse a apenas un triple y una buena defensa de otra gesta estelar. No obstante, la tremenda jugadora australiana jugó sus cartas muy bien, sabiendo luego aplacar los ánimos. Realmente, no se puede reprochar absolutamente nada a un combinado que ha malcriado a un país año tras año dando solamente alegrías. A veces, toca perder ante extraterrestres. 


La última solduria



Laura Nicholls no ofrece dudas. Es la clase de jugadora con la que la afición propia está tranquila y la rival respeta. Lo deja todo cada día, sin depender de inspiración o caprichos. Por eso fue tan importante colocar el foco en ella tras ese trago tenso que siempre son los cuartos de final. "Si me desmayo, me desmayo", dijo con la tranquilidad de un soldurio bajando la montaña para medirse a las legiones de Agripa. En su actitud estuvo el espejo de la mejor defensa que, de momento, se ha visto en todo el prestigioso torneo. 



Por desgracia, apenas quedaba tiempo para reponer gasolina, en las semifinales esperaba la gigantesca Cambage, siempre dispuesta, igual que Shaq lo hacía, a usar con maestría su músculo extra para castigar a las mejores defensoras. Nicholls siempre fue al frente, cayendo, llevándose golpes y recibiéndolos. Caer y levantarse. Mondelo la define como una metáfora del espíritu de su equipo. No va desencaminado. 



Una mentalidad que también reflejó otra de los astros de este juego, Astou Ndour, quien ante los micrófonos lanzó el último hurra ante la titán que nadie quería en los cruces: "Yo ya me he enfrentado con ella en la WNBA y no le tengo miedo. Voy a dormir igual. Es una gran jugadora". Se puede perder de muchas maneras y esta camada lo hizo sin dejarse nada en el tintero. 


Nadie regala nada



Tuvieron que llamar al séptimo de caballería. Las jugadoras belgas, de menos a más toda esta copa del mundo, estaban a comienzos del tercer cuarto muy bien plantadas. Todos los análisis intuían un paseo militar de las norteamericanas. No hubo forma y las ultra-favoritas tuvieron que encomendarse a lo mejor de su arsenal: Taurasi y Stewart. 



Es el problema de medirse a USA. Se puede hacer una media hora casi perfecta y ellas poseen tanta calidad que dejan con la lengua fuera en apenas cinco acciones. Por ello, el duelo por el bronce va a ser de dos conjuntos que con un poco más de suerte habrían optado por oro y plata. No hay favorito en el España-Bélgica. El Dream Team femenino sí se hace acreedor de cierta ventaja en las casas de apuestas, si bien los caminos de Cambage son inescrutables. 



Pase lo que pase hoy, sabemos que no nos van a defraudar. Aplaudiremos el bronce o el cuarto puesto, sabiendo que la nota en la evaluación continuada es sobresaliente. Compitiendo hasta el último día posible. Laia Palau, cabeza bien amueblada dentro y fuera de la pista, nos recordó lo que realmente importa: "Meto canastitas, pero ¿qué aporto al mundo? Me cambiaría por ser una actriz de teatro. La cultura sí cambia el mundo". Unas bonitas y sinceras palabras en una época donde a todos se nos va la cabeza con esto del deporte profesional. 



Si bien, hay una mentira en todo el asunto. Laia Palau y sus amigas hacen algo más que meter canastistas o ganar muchos partidos. Dan un ejemplo de excelencia en su profesión, un esfuerzo que podríamos aplicar en cualquiera de nuestras parcelas. Por ello, suerte ante Bégica y, suceda lo que suceda, gracias. 



FOTOGRAFÍAS EXTRAÍDAS DE LOS SIGUIENTES ENLACES:



-https://ecodiario.eleconomista.es/baloncesto/noticias/9419944/09/18/6672-Gano-Australia-con-Cambage-33-puntos-y-Espana-jugara-por-el-bronce.html



-http://www.elmundo.es/deportes/baloncesto/2018/09/29/5baebef022601daf668b45b7.html



-http://www.marca.com/baloncesto/mundial-femenino/2018/09/29/5bafa597e2704e09068b45f1.html