lunes, abril 9


MGM Grand Arena. Las Vegas, 12 de septiembre de 2015. Suena la campana final tras el duodécimo asalto. No caben dudas entre público, jueces y periodistas. Floyd Mayweather se ha impuesto con claridad a Andre Berto tras un combate con pocos hechos dignos de reseña. Dotado de una técnica defensiva exquisita, el púgil norteamericano no ha precisado de grandes riesgos para dominar el enfrentamiento ante el entusiasta aspirante. En algunos mentideros se reprocha al hijo del también boxeador Floyd Mayweather Senior no haber escogido un rival más peligroso o con experiencia para la que había anunciado como su retirada del cuadrilátero. Termina cayendo de rodillas ante el ring tras abrazarse de forma emotiva con su progenitor. Ha igualado el récord de invicto de Rocky Marciano de 49 triunfos y 0 derrotas como profesional. Pero quizás falte algo en un evento que muchos terminan catalogando de aburrido. 



Tal vez, sea la metáfora perfecta de las contradicciones de un atleta inteligente como pocos a la hora de maximizar sus virtudes y disminuir la de sus contrincantes. Generalmente, cuando se va a los casinos de Las Vengas, todas las personas piensan que ojalá tengan un golpe de suerte y ganen una partida de cartas afortunada o la máquina les dé la combinación perfecta. Probablemente, porque no escuchamos las sabías advertencias de Robert De Niro en Casino (1995). Nacido en Michigan, este púgil sí que lo hizo. Cuando "Money" vio la ciudad del pecado que se jacta de no dormir, decidió que lo interesante era ser el dueño del local antes que uno de los busca-fortunas. 



Tiempo después dio un paso más allá al batir a la estrella mundial de la UFC, Conor McGregor. Un evento que fue un ejemplo perfecto de promoción y retransmisión por cable donde, además, pudo batir la mítica marca de Marciano. Porque Floyd solamente aceptó el reto con la condición de que fuese en la disciplina que domina al más alto nivel, no desplegando la arrogancia de McGregor para medirse a un maestro en el otro campo. Decía Sun Tzu que quien se conoce a sí mismo y a sus enemigos nunca conocería la derrota. Pero, al igual que le ocurría a Julio César al mirar una aldea de Armórica gala, hay algún pequeño punto del mapa que no termina de cuadrar con ese ideal de perfección. Una historia que comenzó el 20 de abril de 2002.


México es un país de contrastes. Una tierra plagada de talento y cultura, aunque también de tensiones e historia azarosa. No tiene nada de extraño que, en plena era Trump y de jactancias de muros, Pixar haya mirado a ese lado del Río Grande para filmar una película tan magnífica como Coco, una carta de amor a uno de los hitos culturales más importantes del país mexicano. Asimismo es un lugar acostumbrado a la violencia, que ha sufrido daños tan aciagos como el narcotráfico y graves problemas sociales. Con esos ingredientes, el hecho de que haya sido cuna de magníficos boxeadores resulta casi lógico.



Nada parecía indicar que José Luis Castillo fuese a estar llamado a dicho Olimpo. Comenzó el sonorense siendo la sombra de un campeón de leyenda, Julio César Chávez. Fueron años de anonimato pero también de gran aprendizaje, descubriendo los secretos de uno de los más feroces guerreros aztecas de siempre. Probablemente a Chávez no le sorprendió, pero el gran público quedó impactado cuando en el año 2000 logró arrebatar el título de campeón de Peso Ligero a Stevie Johnston. Tras cinco defensas exitosas del cinturón, el destino quiso que su siguiente retador estuviese a ser llamado uno de los deportistas más relevantes del siglo XXI: Floyd Mayweather Junior.



Fruto de una saga de boxeadores (Floyd Mayweather Senior, Roger Mayweather y Jeff Mayweather), por aquel entonces ya estaba recibiendo las instrucciones de su tío Roger en la esquina. Medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Atlanta (1996), apenas lucía 6 derrotas en su casillero como amateur. Su salto al profesionalismo fue todavía mejor, luciendo el retador del campeón Castillo un balance inmaculado de 27 victorias. Apodado "Pretty Boy", se iba granjeando a sí mismo una reputación de cierta arrogancia que le generaba un gran número de detractores más que expectantes de verle morder un día la lona.


Justo lo que deseaba el objeto de su ira. Promotor de su propia carrera, Mayweather siempre ha pensado a largo plazo. Los héroes del cuadrilátero pueden ser efímeros, siempre hay ambiciosos empresarios a la caza de nuevos talentos y jóvenes manos buscando su trono. No obstante, el enemigo al que encanta odiar ha sido una fuente publicitaria inmensa en su andadura. Bajo la apariencia excéntrica y plagada de narcisismo, se escondía una intención clara que garantizaría excelentes taquillas, además poseía más que sobrada capacidad actoral para dar a los micrófonos la imagen que más le convenía.



Con esa aureola y su usual dominio del espacio, el púgil estadounidense sorprendió a Castillo con su magnífico cálculo de las distancias. Presa de la frustración, incluso habría un cabezazo mutuo que reflejaba la sensación de incredulidad del campeón mexicano, quien volvía a su esquina tras dos rondas perdidas y la nariz ensangrentada. Es justo en este momento para el arranque de una de las más curiosas paradojas de esta historia.



Cuando se ha medido con rivales impredecibles como Zab Judah, Mayweather no ha tenido problemas en permitir el dominio ajeno, incluso a costa de perder esos puntos. No era infrecuente ver cómo en el ecuador de la lucha cambiaba totalmente el tempo del enfrentamiento. Lo irónico es que en esta pelea que empezó tan fácil para él, Castillo le hizo probar de su propia medicina. Julio Yáñez, quien también hizo carrera de otro deportista como Carlos "Salado" Yáñez, aconsejaba a su pupilo hacer una presión constante que impidiera la imposición de piernas frescas que siempre ejercía su contrincante.


De inmediato, el ritmo cambió. La presión de Castillo se hizo omnipresente, haciendo sentir constantemente incomodidad a su contrincante. Hazaña no pequeña, puesto que Mayweather se ha labrado una más que merecida reputación de haber sabido convertir las temidas cuerdas en una zona donde reponer fuerzas y minimizar daños a través de una defensa inteligente que comienza con la colocación de sus hombros. Al límite del reglamento, el colegiado le advirtió por el uso de la cabeza en el cuarto asalto. No obstante, donde sí había logrado imponer su estilo era manteniendo los brazos en alto y bloqueando potentes ganchos.



Conforme avanzó su trayectoria, Pretty Boy se caracterizó por incrementar su rapidez y evitar recibir golpes, algo básico en una disciplina tan brutal y que suele dejar tan devastadoras secuelas en quienes la practican. Pero en aquellos días de juventud no conviene olvidar que tenía un poder muy importante en los puños (20 KOS). Eso sí, Castillo era tres años mayor que él y tenía suficiente experiencia para evitar exponerse a ello, además de lucir él mismo en su casillero el doble de triunfos por la vía del cloroformo.



El instinto hizo a Roger Mayweather advertir a su sobrino del cariz que está tomando la contienda. Los dos siguientes rounds serían muy cerrados, con el primero intentando evitar abusar tanto de su izquierda y Castillo buscando siempre el cuerpo a cuerpo. El séptimo volverá a presentar una paradoja del futuro: Mayweather dominaría con la maestría de su su jab, pero sus contra-golpes son frenados por el mexicano antes de que suene la campana para asegurar puntos. Una táctica que su adversario firmaría mil veces en su carrera.



Pero el invicto aspirante era perfectamente consciente de que un despliegue como el de Castillo exigía un peaje. En la octava ronda se produjo una de las situaciones que más gustaban a la estrella ascendente de Las Vegas: que el otro boxeador lanzase mucho para conectar muy poco, mientras él volvía a dominar los espacios. Vic Drakulich, árbitro de la velada, restaría un punto al sonorense por juego sucio. Una superioridad que quizás le hizo confiarse en exceso, desoyendo a Roger y volviendo a abandonar su empleo de la derecha. Como sus épicos enfrentamientos con Diego Corrales mostrarían, Castillo nunca se rendía. Volvió con más ganas que nunca al siguiente y un frustrado Mayweather le lanzó un puñetazo tras sonar la campana, algo que el colegiado no penalizaría como habría marcado el reglamento.



Pelea durísima por ambos lados, Floyd se decidió a devolver alguna de las tretas de Castillo en el antepenúltimo asalto. Incluso llegó a lanzar un codazo que le valdría una advertencia de Drakulich, aunque con ambos luchadores agotados por el esfuerzo, el papel de la técnica iba haciéndose fundamental. Es el espacio que su esquina quería desde el primer momento y permitió dominar a un Castillo que estaba acusando el esfuerzo de su remontada.



El undécimo y el duodécimo asalto resultarían verdaderamente apasionantes. En el primero se impone Mayweather tras el intercambio de golpes, mientras que Castillo sorprende a todas las personas presentes al sacar reservas de energías en los últimos minutos donde no deja nada de gasolina en el depósito. La imagen que brindan las cámaras es atípica y se verá en contadas ocasiones. El lenguaje corporal de Mayweather es muy lejano a la confianza, Castillo parece optimista con su equipo, aunque todos parecen convencidos de que se ha tratado de algo muy cerrado. De cualquier modo, esa situación es favorable al defensor del título, puesto que el veredicto nulo le permitiría retener la corona.


Sorprende el cierto margen que dan las tarjetas de los señores Anek Hongtongkam, John Keane y Jerry Roth (116-111, 115-111 y 115-111). Aunque lo más chocante es el grito que se proclama con un nuevo campeón en el circuito de la CMB. La expresión de asombro en el lado de Castillo es solamente comparable al júbilo que estalla en la otra esquina. Larry Merchant, legendario comentarista deportivo para HBO Sports y detractor número uno de Floyd casi desde el arranque de su carrera hiciese lo que hiciese, no duda en cuestionar al vencedor sobre el resultado. El púgil norteamericano alegará para justificar sus momentos de crisis en la lucha una molestia en el hombro sufrida durante entrenamientos previos, si bien se considera justo triunfador de la liza. 



Castillo intenta mantener las formas, aunque, típico en el sensacionalismo deportivo que suele acompañar estos eventos, las preguntas se suceden hasta conseguir arrancarle frases de malestar por la labor de los jueces. Bob Arum, empresario, abogado y promotor de boxeo de olfato fino, descubridor de figuras como el filipino Manny Pacquiao, sabe aplacar con su labia y promesas de inmediata revancha al bando del mexicano. Siempre se ha dicho de Arum que obra la magia de entrar con dos campeones al ring y, sin recibir ni un golpe, él siempre sale vencedor. O mantiene a su protegido o logra una nueva estrella. 



Muchos ríos de tinta se han escrito sobre esa decisión. Las personas defensoras del invicto profesional de Mayweather recordarían que el cómputo global no lo es todo, que hay golpes más poderosos que otros y que, pese a la ventaja en porcentaje de acierto de Castillo y totales, eso no tiene por qué dar superioridad en los asaltos analizados individualmente. Discurso más que válido, aunque esas defensas optan por el sentido inverso cuando alguien recuerda los enfrentamientos de Money con gente como Óscar de la Hoya, Manny Pacquiao o El Chino Maidana. Todo depende del prisma donde se mire, máxime en un deporte de apreciación. 


La revancha entre Castillo y Mayweather se celebró en 2002. Se ha escrito bastante sobre ese nuevo duelo, aunque quizás la opinión más importante sea la del propio Castillo cuando lo recordó ante medios mexicanos. En un nuevo pulso marcado por la igualdad, el guerrero azteca reconocía que Mayweather logró hacerle desconectar, poniéndolo presa del desánimo. Para su sorpresa, las tarjetas estuvieron muy ajustadas (115-113), y es que hubo varios asaltos cerrados. Sin embargo, fue Money quien logró mantener la constancia para una victoria merecida. En esta ocasión, mostró una tremenda elegancia al felicitar a su contrincante y todo staff técnico, volviendo a sembrar la duda de si sus hipérboles publicitarias acaso sean una mera fachada para llenar más recintos expectantes de ver caer su invicto. 



Sus vidas no volvieron a cruzarse directamente. Castillo labró una carrera muy notable en el ring, algo que le convertía en un ídolo en su país de origen y también en Mexicali, Baja California, donde llegó con su familia a los quince años. Sonríe cuando le comentan si ha sido el único en ganar a un oponente invencible. Asimismo hay quejas entre los puristas de los gimnasios de Mexicali, ya no sale ningún Castillo o Yáñez. Otras voces se congratulan de ello, no quieren que sus hijos e hijas se ganen la vida a los golpes y en una esfera tan arriesgada que mueve tanto dinero para unos pocos. Sospecho que llevan razón los segundos. 



Mayweather siguió cosechando éxitos y detractores a partes iguales. Sus legiones de fans no suelen querer recordar aquel primer enfrentamiento con Castillo, mientras que los detractores parecen preferir colocarse una venda ante las innegables virtudes pugilísticas que siempre ha exhibido. Cuenta la leyenda que Rocky Marciano hizo una primera intentona profesional donde cosechó alguna derrota, volviendo la segunda para hacer su récord invicto. Acaso al final eso no sea tan importante, como pregonaba Yáñez, en el recuerdo del gran público quede el estilo antes que la hoja estadística. Se rumorea que estaría dispuesto a subirse ahora ante el Octógono frente a McGregor para hacer más caja. Decían en Ciudadano Kane que "No es difícil hacer dinero... si lo único que se quiere es hacer dinero". 



John Ford engañaba por sus modales aparentemente rudos. Estrechaba la mano con fuerza y afirmaba que hacía westerns. En realidad, lo que firmó fueron algunas de las mejores películas de todos los tiempos. Una de sus recreaciones del Oeste fue muy especial, El hombre que mató a Liberty Valance (1962), una historia que narra el terror de un pueblo ante la figura de Liberty Valance, un formidable pistolero que sirve a los intereses de los grandes ganaderos. El magistral Lee Marvin encarna a este temido antagonista, alguien a quien solamente planta cara un curioso triunvirato formado por Tom Doniphan (John Wayne), Ransom Stoddard (James Stewart) y Hallie (Vera Miles). A algunos de ellos les aguarda el éxito, a otros el olvido y el fracaso pese a sus nobles esfuerzos.



Actualmente, Castillo ha iniciado una carrera política dentro del PRI como diputado local. Ha tenido buenos gestos como participación directa en abastecimiento de materiales deportivos a zonas desfavorecidas, si bien un sector de la oposición subraya su falta de experiencia y formación en lides de administración, acusando a su plataforma de haberle colocado por su gran trayectoria deportiva, capaz de distraer al público de las verdaderas cuestiones necesarias. El tiempo dará y quitará razones, si bien es un reto mucho mayor que los riesgos que ya afrontó en el ring.



Floyd Mayweather siguió su camino, mezclando excelencia deportiva con no pocas polémicas. Pese a sus números inmaculados, ante un sector importante de la afición queda lejos en el carisma de figuras como Muhammad Alí, quizás porque al final lo extra-deportivo sí que importe más de lo que se piense. En realidad, de su excéntrica personalidad que tan buenos frutos le ha dado, el único verdadero punto oscuro han sido sus problemas de violencia doméstica. Dueño y señor de la promotora más lucrativa de su deporte, pocos pueden presumir de haber sido un Liberty Valance más exitoso.



Por ello, sea cual sea la trayectoria futura de cierto sonorense, nadie podrá quitarle aquello de que, alterando ligeramente cierto título mítico del western, él fue, en justicia: The man who beat Liberty Valance



ENLACES DE INTERÉS:



-https://www.badlefthook.com/2009/9/18/1034564/classic-round-by-round-jose-luis



-http://www.cyberboxingzone.com/boxingchronicle/articles_floydbogus.html



-Castillo-Mayweather 1



-Mayweather-Castillo 2



-José Luis Castillo entrevistando en "A los golpes"



FOTOGRAFÍAS EXTRAÍDAS DE LOS SIGUIENTES ENLACES:



-https://www.businessinsider.com.au/floyd-mayweather-last-fight-2015-9



-https://www.youtube.com/watch?v=Wp2RDpfGJGs



-http://www.cyberboxingzone.com/boxingchronicle/articles_floydbogus.html



-https://www.amazon.com/Pretty-Floyd-Mayweather-Castillo-Poster/dp/B003GG0YFG



-http://www.cyberboxingzone.com/boxingchronicle/articles_floydbogus.html



-https://www.youtube.com/watch?v=x9uVIN872C8



-http://desdeelring.com/notas/autores/cesar-hull



-https://lasportshub.com/2015/08/08/floyd-mayweather-business-man-fighter/



-https://www.radarsonora.com/no-esta-preparado-jose-luis-castillo-presidente/