Pocas emociones son comparables a recuperar viejas sensaciones positivas. A lo largo de una ejemplar trayectoria en la NBA, Chris Paul estaría en su derecho de considerar que es algo normal para él terminar repartiendo 13 asistencias una noche rutinaria donde ejerce como base de su equipo. Sin embargo, el playmaker ha vivido entre algodones últimamente. Por ello, volver a verle salir con el rictus concentrado que tuvo aquellos mágicos Playoffs al frente de los Hornets es una alegría para cualquier persona aficionada al baloncesto.
Sin su presencia, Houston Rockets es un equipo respetado y temido, un elenco de buenos jugadores entrenados con una idea clara de qué hacer, liderados en anotación por una estrella del calibre de James Harden. Pero ha sido con la vuelta de CP3 cuando en esa parte de Texas empieza a haber rumores en la grada. Podrían ser campeones. Simplemente, con Paul sano y todo el mundo trabajando como debe, el cielo es el límite. No es una simple racha o casualidad. Lo que está haciendo este curso Houston es sencillamente grandioso.
Lo definió con pluma precisa y quirúrgica un experto en tales tema como Andrés Monje. No se han conformado. El Far West vive desde hace tres años una dictadura deportiva cimentada en la excelencia. Golden State Warriors ha hecho cosas en la cancha que pensábamos eran imposibles hace unos años. Nadie podría haber culpado a franquicias que no cuentan con Stephen Curry y la posibilidad de fichar a Kevin Durant en verano que planifiquen cara al futuro. La gerencia de los Rockets se ha aferrado al presente. Ofrecen batalla a los pupilos de Steve Kerr con sus mismas armas, en igualdad de condiciones.
El otro responsable es la barba más reconocida en los pabellones. James Harden tomó una decisión hace unos años. Abandonó un proyecto ganador donde tenía una bendición-maldición: ser el mejor sexto hombre de un serio aspirante al título. Pero con Kevin Durant y Russell Westbrook en aquellos días formando uno de los mejores duetos de la NBA, debía elegir aceptar ese puesto de secundario cinco estrellas o buscar ser el único gallo del corral. Mal no le ha ido en lo económico y sus estadísticas individuales, aunque es fácil empatizar con los fans de Oklahoma acerca de cómo los egos a veces no dejan germinar un equipazo. Dos de esos artistas ya no están hoy con esa elástica. Eso no significa que Harden y Durant no puedan verse las caras en unos hipotéticos Playoffs.
La Barba quiere el anillo. Eso está claro. No admite discusión. Mike D´Antoni es el entrenador perfecto para un crack al que le gusta anotar y mucho. Además, Chris Paul es demasiado inteligente para cuestionar ningún liderazgo, él también llega con hambre de título y parece empeñado en mejorar (más todavía) a un compañero nivel All Star. Junto con ellos hay tipos inteligentes como Trevor Ariza, alguien que tiene experiencia en instantes decisivos (no olvidemos su vital contribución al título de Los Ángeles Lakers en 2008).
Andrés Monje subraya la importancia de Daryl Morey, la cabeza rectora de la política baloncestística texana. Un reino donde debe haber triple o canasta fácil. Los Rockets buscan rentabilizar al máximo cada ataque. Saben que es una condición imprescindible para medirse a Spurs o Warrios con garantías. Como dicen en uno de los taquillazos de estas Navidades en cartelera, hay pocos profesores mejores que el fracaso. Y en los Rockets han acumulado experiencia en postemporada. Se sienten preparados. Es su momento.
La Barba quiere el anillo. Eso está claro. No admite discusión. Mike D´Antoni es el entrenador perfecto para un crack al que le gusta anotar y mucho. Además, Chris Paul es demasiado inteligente para cuestionar ningún liderazgo, él también llega con hambre de título y parece empeñado en mejorar (más todavía) a un compañero nivel All Star. Junto con ellos hay tipos inteligentes como Trevor Ariza, alguien que tiene experiencia en instantes decisivos (no olvidemos su vital contribución al título de Los Ángeles Lakers en 2008).
Andrés Monje subraya la importancia de Daryl Morey, la cabeza rectora de la política baloncestística texana. Un reino donde debe haber triple o canasta fácil. Los Rockets buscan rentabilizar al máximo cada ataque. Saben que es una condición imprescindible para medirse a Spurs o Warrios con garantías. Como dicen en uno de los taquillazos de estas Navidades en cartelera, hay pocos profesores mejores que el fracaso. Y en los Rockets han acumulado experiencia en postemporada. Se sienten preparados. Es su momento.
No saltaron las alarmas. Clippers y Lakers, los dos correosos conjuntos de California, demostraron que nunca hay nadie invencible. Golden State tardó poco en aprovechar el favor y recuperar el liderato. Pero también fue efímero, cayeron frente a Denver, añorando cada vez más la magia de Curry, por más que Durant sea un MVP casi perfecto. Así puede ser la clasificación en el Oeste, constantes alternativas entre las potencias. Con tipos como Nené Hilario, alguien acostumbrado a lidiar con problemas y enfermedades, los Rockets no son solamente músculo: tienen corazón. Lo demostraron con Harden multiplicándose en las derrotas, pasando de la cincuentena a lo Chamberlain. Morirán matando, caerán en la orilla con la lengua fuera hasta el final.
Lo advertía Chris Webber, alguien que sabe bastante de esto, cuando hablaba de qué es lo necesario para que una franquicia funcione. No son solamente los grandes nombres. Es el ansía de ganar que se dibuja en la expresión de Clint Capela cuando se le pregunta en rueda de prensa por una hipotética Final del Oeste. Desde los días de Olajuwon no se escuchaban estos conceptos de una manera tan palpable. El resto es mayúsculo. La recompensa todavía mayor.
Y si todo esto fallase, empieza a vislumbrarse un nombre en el horizonte: Lebron James. Asusta pensarlo en esta escuadra.
BIBLIOGRAFÍA:
-MONJE, A., "Houston Rockets: La ciencia de la estampida", Gigantes del Basket, nº 1467 (diciembre 2017), pp. 26-30.
-http://www.marca.com/baloncesto/nba/2017/12/17/5a369db5468aebcc758b45ff.html
-https://sircharlesincharge.com/2015/10/30/nba-opening-week-ranking-western-conference-teams-excitement/
-https://www.solobasket.com/nba/houston-rockets-201718-la-esperanza-que-no-muere
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