El 5 del Albacete
Era fácil que pasase desapercibido. Sin embargo, ya hacía un año que había participado en aquel torneo infantil de Brunete que daba oportunidad y escaparate a las categorías inferiores de los mejores clubes de España. En la anterior edición, el pequeño chico del Albacete se rapó el pelo casi al estilo de uno de los jugadores de moda por aquel entonces, Iván de la Peña. Ya dejó algunos destellos de clase, si bien no era el objetivo de José Manuel Malo que se exigiese en exceso; avispado el técnico de mimo a la cantera manchega, cuyo único propósito era que el joven Andrés fuera oteando el terreno, acostumbrándose a medirse a rivales mayores y más fuertes que él.
Y la inversión dio su fruto. Ahora bien, el ilustre equipo de Castilla estuvo a punto de quedarse sin plaza en maniobras de despachos. No obstante, en un contexto de improvisación, no pudo salir mejor el experimento. En la edición de 1996, nuevamente auspiciado el asunto por el influjo mediático de José Ramón de la Morena, hubo otro improvisado participante que se llevó el gato al agua frente a maquinarias como Real Madrid o el Barcelona: un Racing de Santander que encontró a una generación de amigos bien liderada por un Jonathan Valle, el cual firmó un torneo mayúsculo, ratificado en la final frente al Espanyol (2-1).
No obstante, el debate del MVP estuvo muy discutido. El Atlético de Madrid ya había presentado a un joven rubito que estaba llamado a generar orgullo en el estadio Vicente Calderón: Fernando Torres. De cualquier modo, pese al talento de otros participantes, el único que le disputaba el premio al crack del Racing era el chico bajito de Fuentealbilla con el que comenzamos la historia: Andrés Iniesta. Y es que si bien no pudo meter a los suyos en la final, lo que hizo aquel joven empezaba a coger los ribetes que van asociados a las leyendas.
"Me está dejando alucinado. De diez situaciones, Andrés Iniesta está bien colocado en nueve"-Lobo Carrasco.
Siempre se ha querido vender la historia de Jonathan Valle y Andrés Iniesta como una fábula. La liebre y la tortuga. La humildad siempre recompensada en España, como bien decía Adolfo Marsillach, frente a la arrogancia que nubla a un incipiente talento. La realidad no fue así. Pero es mucho más interesante. Valle y sus compinches (que incluían al primo del ídolo de Iniesta, aquel Pequeño Buda al que Cruyff dio la alternativa en el Camp Nou) lograron eliminar a Torres y su Atleti por 3-1. Nadie habría apostado un duro por los cántabros en las quinielas iniciales, aunque tampoco por su rival de semifinales, el sorprendente Albacete donde Iniesta formaba una sociedad impresionante con Carlos Pérez.
José Carlos, portero improvisado, reclutado en un colegio de Albacete apenas unas semanas antes, paró el lanzamiento decisivo en los cuartos de final ante un Real Madrid donde destacaba Rabadán. Aunque medirse a los merengues siempre imponía, los muchachos que comandaba en la banca Víctor Espárrago estaban encantados: como el presidente Lorenzo Sanz asistió al choque, la organización llevó a las dos jóvenes escuadras al mejor de los campos de Brunete. Por aquel entonces, Radomir Antic había caído ya enamorado perdidamente de aquel 5 del Albacete, hasta el punto de ser el gran responsable de que ganase su candidatura al premio MVP.
Las únicas víctimas eran los familiares de los chicos. Tenían ropa y maleta para visita de un día, pero aquellos zagales iban a estar entre los últimos en marcharse. Por momentos, tuvieron al Racing donde querían, 2-1 a descanso. Fue entonces cuando la magia de Jonathan apareció para firmar tres goles antológicos. Pero incluso el verdugo del mini queso-mecánico se quedó en la retina con aquel chaval que tenía un punto de calma donde los demás la perdían. Los ojeadores del Barça les lanzaron cantos de sirena a ambos. "Hable con mi padre", fue la educada respuesta del muchacho, por quien también el Real Madrid empezaba a interesarse, habida cuenta de los excelentes informes que desde su tierra de origen había firmado Pedro Camacho (hermano de quien fuera seleccionador nacional y jugador muy representativo de una época del club blanco).
"Hoy le cuento a mis hijos que yo pude jugar con ese monstruo"-Jonathan Valle.
Clubes con la historia del Ajax llamaron también a la puerta del crack cántabro. Con el reciente divorcio de sus padres, Jonathan no quiso dejar Santander y la compañía de su madre. ¿Quién demonios podría culparle de eso o afirmar que fue una mala decisión? Él mismo admite que en los siguientes años se distrajo, asumiendo que, si no dio el salto al nivel de estrellato que sus botas atesoraban fue por cuestiones suyas. Eso sí, siguió mostrando calidad, llegó a ganarse la vida con el juego que tanto le gustaba y sigue juntándose con aquella camada. Pensemos que en la final, el Espanyol, que tenía un excelente equipo en Brunete, se obsesionó tanto con él que fueron sus pequeños soldurios quienes dieron un paso adelante en una final emocionante.
Tampoco fue fácil el tercer puesto para el Albacete. Frente al Athletic nunca puede serlo. Iniesta siguió dejando detalles de gran clase en el centro del campo, aunque el partido se puso cuesta arriba con los vascos 1-0 en el marcador con poco tiempo por jugarse. Fue Carlos Pérez quien dibujó una preciosa vaselina que impactó en el larguero. Parecía que todo se desvanecía sobre la hora cuando Pruden conectó el rechace de manera inapelable. Igual que le ocurrió a Jonathan en la final, volvía a demostrarse que nunca los equipos ganan por uno solo. Aunque el 5 metiese su pena máxima y estuviese destinado a algunos de los momentos más míticos de la historia reciente del fútbol (aquel tanto en Sudáfrica, su milagro en Stamford Bridge, mil y un controles de fantasía en el Nou Camp...), aquella hazaña del bronce pertenecía a todos.
Iniesta comenzó en aquel torneo. La primera vez que pudimos disfrutar de la leyenda tranquila. Es curioso que, con todas las virtudes técnicas que ya tenía, lo que subrayase Antic, que acababa de ser el arquitecto del famoso doblete del Atlético de Madrid, era su calma a la hora de relacionarse con sus compañeros y su silencio respetuoso ante las decisiones de los colegiados. Y el técnico serbio rara vez se equivocaba.
BIBLIOGRAFÍA:
-INIESTA, A., BESA, R. y LÓPEZ, M., Andrés Iniesta: La jugada de mi vida, Malpaso, Barcelona, 2016.
-GENERACIÓN BRUNETE: INIESTA
-REPORTAJE INIESTA EN BRUNETE
-EL ALBACETE FUERZA LA TANDA ANTE EL BILBAO
-LA QUINTA CÁNTABRA EN BRUNETE
FOTOGRAFÍAS EXTRAÍDAS DE LOS SIGUIENTES ENLACES:
-http://www.marca.com/2013/10/14/futbol/seleccion/1381784921.html
-https://www.youtube.com/watch?v=bUfybqZmIig
-https://www.youtube.com/watch?v=9gjgVnR6Olw
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