lunes, diciembre 28

Aunque resulte intolerable, a veces, pasan desapercibidos. No reciben grandes titulares. Siempre nos interesa más (un servidor incluido) la crisis, superada con brillantez, del Real Madrid en la Euroliga, o las ambivalentes actuaciones del Barcelona de Xavi Pascual, capaz de decepcionar en Europa y lograr ayer una gran victoria. Mientras tanto, el Valencia Basket va a la suya, despacito y con buena letra. Amparados en la magia de la Fonteta, los valencianos obtuvieron un triunfo contra el Charleroi en Eurocup que no era mera anécdota. Cierto, ya eran primeros de grupo, pero había algo más en juego. El récord del Pamesa de la campaña 1999/00 era igualado: 20 triunfos consecutivos sin fallo, el mejor arranque de este clásico del baloncesto nacional. 



Lo bonito de la escuadra de Pedro Martínez es que lo hace consciente del sacrificio, no hay que explicarles a sus pupilos cuestiones tales como bajar a defender o que deben ser un bloque para superar a plantillas que, quizás, tenga más talento individual o nombres, pero que no tienen por qué ser más intensos que ellos. Ya dieron una prueba de ello en las pasadas semifinales de la Liga Endesa. Diezmados por lesiones, con un lamentable arbitraje el tercer día y ante el mejor equipo de Europa, los taronjas dieron la cara durante cuatro encuentros de una forma que ya hubieran envidiado muchos gallitos con plantillas hechas a base de talonario, las cuales fueron apabulladas por los de Pablo Laso. 



Y todavía les quedan piezas por encajar. San Emeterio no está hasta ahora tan suelto como en Baskonia, aunque todo llegará. Mientras tanto, como ante los belgas, sabes que llegará el tercer cuarto de Dubljevic para romper diferencias, amparados en una afición entregada. Corren buenos tiempos para la escuadra capitaneada por Rafa Martínez, líderes indiscutidos en Liga, si bien, hay una advertencia a navegantes, el único pero que algunos pretenden colocar a "los Warriors de Valencia". ¿Van a llegar con esta gasolina a abril-mayo?  



El recuerdo de lo que le pasó al Unicaja el curso anterior permanece en el aire. Perfectamente dirigidos por Joan Plaza, los jugadores malagueños hicieron unos primeros meses extraordinarios, dejando la sensación de que habían llegado sin oxígeno a los instantes decisivos. ¿Podrá la mano serena y sensata de Guillem Vives mantener a sus compañeros en velocidad de crucero? Por el bien del basket y evitar el bipolio, confiemos en que así sea. Y si no, como en el caso malacitano, quedará el recuerdo del buen juego y victorias de prestigio. Que no es poco. 



Ante el UCAM Murcia fue uno de esos éxitos. La ciudad se despedía de sus chicos hasta 2016. La Fonteta quería un triunfo tras ovacionar a Lishchuk. Justin Hamilton cogió el timón de las operaciones en el primer cuarto, dispuesto a demostrar que esta plantilla es tan poderosa como la fuera aquella donde Nacho Rodilla, Tomasevic, Paraíso, Oberto y cía hicieron soñar con todo a su grada. En frente, Katsikaris buscaba aplicar los remedios a la hemorragia sin lograrlo. 



Luke Sikma fue entonándose cuando Hamilton podía empezar a notar el cansancio. Así funcionan los grandes equipos, no tiene tanta historia el mecanismo. El grupo prima y todos saben que pueden tener un mal día, mientras compensen en defensa y sean generosos. Tienen varias balas de plata en la recámara, caso de Jordi Trias, ahora, en labores de intendencia, pero que sabe perfectamente lo que es ser un MVP de una Copa del Rey y aporta sapiencia a ese vestuario. 


Y no era nada fácil, habida cuenta de que voló a la Ciudad Condal un tipo tan fundamental para este esquema taronja como era Pau Ribas. De cualquier modo, la gerencia se movió rápido y se obtuvo la renovación (suspiran de alivio en tierras valencianas) de Romain Sato, uno de los que mejor ejemplifica la cultura de esfuerzo que supone este líder de la tabla que ya empieza a olfatear que esta en el camino de obtener hitos importantes. 



Una de las obsesiones podría ser la final liguera. Hace dos años estuvo cerca, en esa divertida y enloquecida serie contra el Barcelona, donde el factor campo fue absolutamente inútil para ambos contendientes. Cuando todos teníamos enterrados al Valencia, lograron resurgir para rozar una machada... hasta que Marcelinho Huertas logró una milagrosa canasta para enmudecer a una afición que hasta ese instante había sido irreductible. 



Es lo único que quieren cambiar del guión para esta campaña, ahora, el final feliz empieza a sobrevolar con alas de murciélagos... 



FOTOGRAFÍAS EXTRAÍDAS DE LOS SIGUIENTES ENLACES: 






http://www.europapress.es/deportes/baloncesto-00163/noticia-valencia-basket-alarga-pleno-madrid-no-falla-murcia-20151206223657.html



http://www.20minutos.es/deportes/noticia/valencia-basket-renovacion-dos-temporadas-romain-sato-2182272/0/