Promoción del 96, los mejores en lo que hacían...
A primera vista, las coincidencias son asombrosas. Uno utiliza Allen como nombre; el otro, de apellido. Ambos salieron escogidos en posiciones muy altas del magnífico draft de 1996 (Kobe, Stojakovic, Fisher, Nash...). Allí, Allen Iverson fue la elección número 1 de los Sixers de Filadelfia. Apenas cuatro plazas debajo, Ray Allen vestiría la zamarra púrpura y blanca de Milwaukee. De hecho, debutaron el mismo día en partido oficial, en un encuentro que midió a las dos franquicias que los habían acogido y, en muy poco tiempo, los adoptaron como ídolos absolutos.
Una jornada ya un poco lejana en el tiempo que dejó la tarjeta de presentación de cada uno. Allen Iverson no entendía de condición de novato y se disparó a los 30 puntos, dejando alucinada a la parroquia de la Ciudad del Amor Fraternal. Algún crítico señaló al jugador de primer año por abusar de sus lanzamientos y ser muy individualista, aunque la gran mayoría de los que pagaron la entrada obviaron cualquier consideración de ese tipo, habían asistido al inicio de una era en Philly. Ray Allen no armó tanto ruido, sobrio y eficaz, firmó 13 puntos y ayudó a su equipo a ganar a lo que parecía un ejército de un solo hombre. De hecho, una de las pocas críticas que se le podían hacer al chaval es que con su buena mecánica de tiro no había lanzado todo lo que debía.
Estaba claro que, cada uno a su estilo, serían noticia. Iverson se convirtió en el dueño y señor de su nuevo equipo por méritos propios, incluyendo la proeza de ser capaz de superar en un uno contra uno al mismísimo Michael Jordan. Todo corazón y entrega, su difícil infancia y problemas con la justicia quedaban relegados en el cariño de sus fans por su emotividad en pista. Pese a tener menos profundidad de plantilla que otros mercados, su mera figura bastaba para que una escuadra histórica soñase con reverdecer viejos laureles; eso sí, si The Answer no se auto-inmolaba en el proceso. Por su lado, Allen tomaba una carrera muy sobria y ordenada, aumentando progresivamente sus galones y haciéndose imprescindible para su cuerpo técnico a la hora de hacer jugadas ofensivas.
A pesar de su cara de no haber roto nunca un plato, Ray también se iba haciendo un nombre mediático, no solamente por sus apariciones en el All Star, sino por escapadas al séptimo arte como la película He got game (1998). Co-protagonista con Denzel Washington, su trabajo comedido y sin ser un profesional de la actuación le valió muy positivas críticas. El tirador era justo lo que la sociedad quería ver, a lo que se aspiraba. Iverson era un genio endemoniado que no obedecía a ninguna clase de orden, quemando etapas de su vida con la velocidad de un relámpago. A la altura de 2001, las vidas de ambos hombres se cruzaron cara unas Finales de Conferencia Este que permanecerían en la retina de los buenos aficionados.
Todo el mundo coincidía en que los entrenadores fueron claves en el éxito de Bucks y Sixers aquella campaña. George Karl, míster de los primeros, era saludado por la grada casi con más entusiasmo que sus propios jugadores. No tenemos noticia de que tuviera problemas para hacer comprender a su fino base Sam Cassell y Glenn Robinson de formar una muy interesante trinidad con el hábil triplista. Por el contrario, de la época de Iverson a las órdenes de Larry Brown en Filadelfia se podría escribir una novela que aspirase a ser bestseller. Dos temperamentos fortísimos, una gran pasión por el basket, aunque una visión muy distinta de cómo lograr la ansiada victoria.
De cualquier modo, el matrimonio a la italiana que formó el pequeño talento de Georgetown con el severo y sabio Brown cogió su mejor forma en tiempo de postemporada. Superando a los temibles Pacers de Reggie Miller y vencedor Iverson de un impresionante duelo anotador con Vince Carter, solamente los Bucks les separaban de medirse a los Lakers de Kobe y Shaq en las Finales. Tras una durísima eliminatoria contra Charlotte, Ray Allen y sus compañeros se dispusieron a medirse a un jugador que defendía título vigente de MVP, aunque también ha sido denunciado (y con no poca justicia en algunos de los partidos de esta serie) el trato poco favorable que la escuadra de Milwaukee recibió del estamento arbitral ante una mega-estrella que en aquellos días tenía el mismo impacto mediático (si no, más) que los propios Kobe Bryant o Shaquille O´Neal.
"Dios mío, ¿por qué no han entrado así antes". Eso pensó en silencio Ray Allen durante un sexto partido en el Harris Bradley Center en el que los Bucks se jugaban ante su afición seguir vivos en el Este, puestos contra la espada y la pared por el 3-2 de los Sixers. Probablemente, todo espectador medio sabía que Allen Iverson había sido el MVP del All Star de aquel año, co-liderando junto con Marbury una memorable remontada de la conferencia Este; sin embargo, el triunfó en el concurso de triples de Ray Allen pasó más desapercibido. Sin suerte en aquellas Finales, el exquisito tirador formado en la universidad de Connecticut empezó a coger su ritmo, ante la perpleja mirada de Larry Brown y su lacedemonia defensa.
Uno tras otro fueron cayendo en ráfaga, mientras compañeros como Tony Scott se animaban ante la exhibición del dorsal 24 de Milwaukee. Con el tiempo, dejó de ser noticia, acostumbrados a sus recitales ante los Lakers en las Finales o su triple de dibujos animados ante los San Antonio Spurs, pero aquella vez era la primera. X-Ray, Sugar Ray... los motes empezaron a sucederse en aquella noche gloriosa. Por momentos, los Sixers estaban siendo superados por más de 30 puntos. Allen se disparó a su tope en postemporada, nada menos que 41 puntos.
Con un séptimo en casa, muchas mega-estrellas hubieran pedido el cambio y confiado en lamerse las heridas para la vuelta. No obstante, Allen Iverson podía tener toda la indisciplina del mundo en los entrenamientos, pero jamás se echaba para atrás ante nadie en una cancha. Con sus tácticas guerrilleras de robos imposibles de balón y entradas suicidas que fueron mermando sus tobillos con el paso de los años, el genial jugador de poco más de 1´80 empezó a martillear a sus oponentes. En ocasiones, provocaba la falta, erraba el tiro libre y agarraba su propio rebote para anotar la suspensión. El bueno de D. Mutombo, mastodóntico pívot de los de Brown, solamente debía esperar en la pintura a que le llegase el balón, porque el resto del mundo estaba vigilando a The Answer.
"Nos parecía que era imposible pararlo", admitía Ray Allen ante los micrófonos. Aquel día, Iverson no fue objeto de polémica por sus tatuajes o estilo callejero, tampoco se pudo hablar de que lo mandasen muchos a la línea de tiro libre, simplemente, jugó como los más grandes lo hacen. Precisamente Ray fue quien tranquilizó a su grada con algún triple salvador y su legendaria eficacia en las personales. Todo se decidiría en el séptimo día, ante una gran expectación. ¿Quién repetiría hazaña?
Ambos hicieron gala de su carácter, con y sin balón. Ray hizo otro partido sólido, elegante y sacrificado, aunque sin la chispa de la racha del sexto. Iverson, endemoniado y en la ciudad que mejor lo ha entendido, llevó en volandas a los suyos, volviendo a pasar de los 40 tantos y llevando al éxtasis a sus compañeros y la grada. Incorporando la filosofía de Brown a sus míticos cross-overs y suspensiones, AI dio momentos de gloria a los Mutombo, Raja Bell, Eric Snow, etc. Iverson entraba en la leyenda por la puerta grande.
Con el tiempo, su estrella decaería por el maltrecho físico y la mala cabeza, pero nadie podrá quitarnos aquellos años en los Sixers. Su compañero de draft también voló a las Finales, hasta en 4 ocasiones, nada menos. 2 anillos para un tirador exquisito que ha dejado decenas de jugadas imborrables y muchos, muchos partidos impresionantes. Con la retirada de AI de rabiosa actualidad, en un Celtics-Sixers, X Ray no lo dudó: "Es triste pensar que sea el último enfrentamiento. No solamente por él, también por mí, es como una generación que desaparece. Creo que aún le queda pasión y baloncesto en su sangre, aún puede aportar mucho".
FOTOGRAFÍAS EXTRAÍDAS DE LOS SIGUIENTES ENLACES:
http://boston.cbslocal.com/photo-galleries/2011/02/10/ray-allen-3s-through-the-years/
http://no-phd.blogspot.com.es/2009/11/allen-iversons-retirement-has-ray-allen.html
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