lunes, julio 20

Fue una mirada perdida y con un punto de nostalgia. Juan Carlos Navarro no está acostumbrado al banquillo. Mucho menos, vestido de civil. Para un símbolo del Barça, pocas cosas podía haber peores que aquello. El Real Madrid de Pablo Laso estaba arrasando en las Finales de la Liga Endesa, con la Bomba lesionado. Pero la magia del Palau permitió soñar con la remontada hasta el último cuarto, donde, nuevamente, los blancos certificaron que en la actualidad son la mejor escuadra de Europa. Entonces, el capitán tuvo que ir a recoger el premio de subcampeón, lo hizo con decoro y sin adornos.  



Todo comenzó con un chaval que se inventó un tiro para que no le taponasen los grandotes que jugaban contra él. Un pillo de lanzamiento heterodoxo a quien los entrenadores (a Dios gracias) no pudieron corregir la mecánica. La criatura prometía, porque estuvo años sin perder en categorías inferiores azulgranas. Lo decía con cariño y admiración Joan Plaza hace algún tiempo: "No me sorprende. A mí Navarro me lleva jodiendo mucho tiempo". Bozidar Maljkovic también lo resumía así: "Es un chico muy educado. Me saluda siempre antes de los partidos. Luego me mete más de 20 puntos"



Ahora, los que ganaban eran otros. Antes, eran él, Sasha, Saras, Pau y Pete, entre otros. Hoy, se habla del Chacho, Rudy, Felipe o Llull. ¿Pensó Juan Carlos en algo que había pasado hacía apenas 365 días? Fue una fotografía para el recuerdo, celebrando con sus niñas una nueva Liga. Pablo Laso, enemigo íntimo por quien parece sentir una mutua admiración-rivalidad acrecentada, expulsado mientras él, ya no capaz de anotarle más de 30 puntos a los vigentes campeones de Europa, siguió dejando un recital de pases y toques de caviar. Tal vez, debió ser su último tango como blaugrana. Epi, otro símbolo, pudo despedirse con un nuevo trofeo, Juanqui se lo hubiera merecido asimismo. Él quiere seguir, pero este proyecto y esta década, más que prodigiosa, parece haber tenido el más cruel de los finales. 



 Más de 500 partidos con el Barcelona. 3 títulos de 4 posibles en 2010. Ninguna temporada en blanco hasta este año. Lo que ha hecho Xavi Pascual con el Barcelona no puede ser olvidado con facilidad. Ha sido un entrenador poco amigo de protagonismos, pero cumplidor al máximo, gran táctico y de modales exquisitos con el contrario (el propio Olympiacos le agradeció en su web que fuera a felicitarles al vestuario tras privarle a él y sus pupilos de otra F4). 


Sin embargo, como decía Carlito Brigante, con los años no cambias, solamente pierdes impulso. Es muy fácil criticar al técnico renovado hasta 2017, también cuestionar a Creus, porque han fallado mucho los últimos tres años. No obstante, olvidar lo que han hecho sería peor, ingrato y ventajista. Años donde el Barcelona impuso su hegemonía, una que Guillermo Ortiz, maravilloso cronista y fan del Estudiantes, resumía con un mítico: "Hay que ver la guerra que el Barcelona nos ha dado a todos estos últimos quince años". Pero los generales se cansan, especialmente los que han ganado muchas batallas. Creus y Pascual deberían recordar que una retirada a tiempo puede ser un gran éxito. 



A veces, era el incipiente Unicaja. Otras, el aguerrido Bilbao. En muchas, el bravo Baskonia, todo un modelo de competitividad. Pero los que nunca cambiaban eran los culés. Parada obligatoria para conquistar Europa: el Palau. Copas del Rey, Supercopas y Liga, la Ciudad Condal imponiendo una hegemonía sobre un Madrid que contaba con Messina, Garbajosa, Felipe y otros grandes jugadores. Un Barça que no enamoró como ahora lo hacen los de Laso, pero que hacían a puristas como Manel Comas afirmar que eran las escuadra más trabajada del Viejo Continente. Un tal Dirk Nowitzki le daba la razón por twitter, viendo el recital de Ricky Rubio y los suyos en una final de la Liga Endesa. En este presente de decadencia, los que ganan son otros. 



Ha sido el chiste fácil. Piqué dio una bala con Kevin Roldán y la afición rival ha respondido a la primera. Ante Tomic, contigo empezó todo. Creo que no hay que tomarlo más allá de lo que es, una broma, nada hay que responder a una coña. De hecho, el croata ha sido de lo más potable de los azulgranas, especialmente el último día. Pero da igual su renovación en vísperas del duelo, el fino pívot no tiene el carácter de Pete Mickeal ni del Chapu, eso es imposible. Cuando se ficha a Ante, sabes con qué piezas cuentas. El gran pecado de los despachos no es ficharlo, es haber sido incapaces de darle un acompañante en ataque y en defensa que sea su complemento, alguien con garra y que pueda infundirle vergüenza torera a un talento que parece de vuelta de todo. 



Esta plantilla, si bien con cosas positivas, ha quedado huérfana de esas referencias. No se olvida a un Rubio o a un Jasikevicius con facilidad, tampoco la honesta defensa de Sada, pero el bajón de Marcelinho en todos los sentidos se ha visto acrecentado con las intermitentes aportaciones de Satoransky. Si no tienes quien te marque el juego, se complica todo. Doellman y Hezonja tuvieron sus momentos en postemporada, pero parecían intrépidos y estimables guerrilleros independientes (y con el corazón en la NBA) en un conjunto que no lo parece. Da la impresión que hubo que poner un monumento al equipo del año pasado por ganar con mérito la Liga 2014 y, acto seguido, remodelarla casi al completo por el ridículo hecho en Milán. Se puede perder de 100, pero no dando la imagen de esas semifinales. Todo el aura conseguida con las buenas participaciones previas en Europa se difuminaron ante el eterno rival y el Barça debe alcanzar una redención que merece, pero no se va a lograr si en las altas esferas del club se afirma que no pasa nada. Sí pasa, el Madrid lleva varias temporadas compitiendo mejor, el Olympiacos igual y varios otros más. El escalafón en la élite de los de la Ciudad Condal ha bajado varios peldaños. 



Las glorias pasadas son tentadoras y serán recordadas. Pese a ello, hay más que suficientes retos para encararlos con humildad y hambre. El Barça debe dejar de mostrar cara de póker y admirar (sí, admirar) el modelo que han hecho los de Pablo Laso. También las lecciones de pundonor de los del Pireo, o la nobleza de espíritu de un Valencia que, diezmado, dio mucha mejor imagen que él ante los blancos. Da igual un nuevo año con el casillero de trofeos a cero si te dan pasos para avanzar. Calma puede haber para encauzar la nave, lo que molesta es que se insista en que no hay tormenta cuando suenan los truenos. 



El Palau quiere revancha (nos gusta ver a los mejores en junio), pero, para lograrla, hay que admitir que estos últimos meses nos han hecho mucho daño. 



PRÓXIMA SEMANA: ¿CONDENADOS A LA AUTODESTRUCCIÓN? VERDADES Y MENTIRAS SOBRE EL BIPOLIO 


http://www.abc.es/deportes/baloncesto/20130620/abci-juan-carlos-navarro-eurobasket-201306201837.html



http://www.marca.com/2014/12/17/baloncesto/acb/1418833700.html



https://www.google.es/search?q=ante+tomic+contigo+empez%C3%B3+todo&espv=2&biw=1242&bih=566&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ei=wIGOVdW5HYfrUqTpm8gO&ved=0CAYQ_AUoAQ&dpr=1.1#imgrc=sQWCuGJ9WsEKAM%3A