"Podemos llegar a la final o caer en primera fase"-Giorgos Printezis.
Hay quien ha escrito de él que es un dothraki que juega de ala-pívot con la selección griega y el Olympiacos. Otras personas afirman que es un espartano superviviente de las Termópilas, una especie en extinción, el jugador solidario que lo hace todo para el bloque. Pero Giorgos Printezis está cambiando. Bajo su fiero aspecto de guerrero y tatuajes, se halla en una estupenda madurez profesional (32 años) y personal (ha sido recientemente padre de una hija). Giannis Stavroulakis le entrevistó por teléfono mientras él estaba con la concentración helena.
Habló con claridad y sin tapujos. Como hace en la cancha. Afirmó que hay una cierta ansiedad en una selección histórica que ha encadenado varios torneos sin subirse al podio. A él pareciera afectarle menos. Tiene cierta alergia atávica a las redes sociales o la prensa deportiva. Como él mismo mencionaba a su compatriota, antes prefiere aislarse en un lugar de montaña que someterse a esa constante interacción. Pese a ello, lejos de ser arisco, el ala-pívot refleja una nobleza innata en muchas de sus respuestas.
A pesar de no haber rendido a su mejor nivel allí por las lesiones, siempre se muestra afectuoso con Unicaja y la ciudad de Málaga por acogerle. No es quedar bien, lo siente así. También cuando manda su fuerza a Sergio Llull, con cuya garra se identifica. Avisó a navegantes y con toque de oráculo. Grecia podía sufrir (¡y de qué manera!) en primera fase, pero podían ser temibles en cruces. Dicho y hecho. Se colaron en octavos por la puerta de atrás... y con las dagas de Printezis muy bien afiladas (8 puntos y mucho, mucho trabajo en las sombras).
No estaba Spanoulis. Tampoco el mayor de los hermanos Antetokounmpo, así como otras bajas muy sensibles. Por eso era tan importante su concurso. Kostas Sloukas no tiene el físico del crack griego de los Bucks o el don anotador del legendario Kill Bill de la Euroliga. No obstante, subestimarlo es un pecado mortal. Se trata del jugador perfecto para cualquier entrenador. Ha estado en mil batallas europeas e internacionales. Conoce todo tipo de situaciones de infarto en una cancha. Y rara vez toma un decisión incorrecta.
Lituania llegó a octavos con el justo título de favorita. Su primera fase fue estupenda y eran los vigentes subcampeones, una escuadra joven y de proyección. Valanciunas anotó los dos primeros puntos del duelo con un efectivo mate. Sloukas comprendió que haría falta un extra. No solamente se precisaba su impecable defensa y generosidad en el pase. El crack del Fenerbabaçe empezó a matar a los lituanos con el arma favorita del legendario conjunto verde: el triple.
Kuzminskas fue quien más orgullo mostró en aquellos compases de rebeldía del underdog. Con feroces mates intentó elevar a los suyos, quizás consciente del talento de sus compañeros pero de su inferioridad (a día de hoy) ante el fuego competitivo de los veteranos helenos, con gente en sus filas como Nick Calathes. Tiraron de oficio para sorprende al principio y luego se dejaron el alma para no perder esa ventaja.
La medalla de 2009
De momento, Kostas Missas está donde quiere estar. Su Eurobasket no está siendo nada malo para ser un seleccionador recién estrenado en una silla donde han impartido magisterio de pizarra figuras como Panagiotis Giannakis. Ironías de la vida, tendrán frente a ellos a una Rusia también sedienta de pasar a la lucha por las medallas tras dos europeos donde no pudieron realizarlo. Seguro que Alexey Shved no desea que Mantzaris y cía se salgan con la suya.
Bazarevich y Missas tienen en común que van a jugar el partido del miércoles varias veces en su cabeza antes de salir a la cancha. Lo impresionante de este paralelismo es que los rusos vienen de hacer exactamente lo mismo que los griegos. Eliminar a un candidato a todo. Croacia había dejado quilates de talento y buen basket, plantaron cara a España de manera admirable, sin embargo, las fuertes rotaciones rusas y su fluidez ofensiva los desarticularon. Ya lo ven, de poco valen los pronósticos llegados a este punto.
El choque no puede resultar más atractivo. Gane quien gane de los dos, esa escuadra se habrá ganado el apelativo de equipo que todo lo puede. Tras incertidumbres, los triunfadores tendrán garantizados dos encuentros más, el honor de que, pase lo que pase, harán las maletas el último día del torneo. Y eso no tiene precio. Printezis y Shved podrían dar clases magistrales sobre esa sensación.
-http://www.mundodeportivo.com/baloncesto/eurobasket/20170909/431177553684/64-77-grecia-gana-lituania-sorpresa-triples-eurobasket-octavos-basket-sloukas.html
-http://www.marca.com/baloncesto/eurobasket/2017/09/09/59b44f70e5fdea774d8b456e.html
-http://www.marca.com/baloncesto/eurobasket/2017/09/09/59b3b322e2704ed94a8b4607.html
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