La pesadilla
Todas las hinchadas poseen esa paradoja, un extraño síndrome de Estocolmo. Se trata del jugador al que silban, maldicen y, si tienen suerte y no hace una actuación afortunada, intentan ridiculizar. No obstante, preguntándose para sus adentros se formulan la siguiente cuestión: "¿Le querría para mi equipo?". Si hay honestidad cuando piensan en ese dolor de muelas, la afirmación es rotunda: "Sin duda". Arturo Vidal, indiscutiblemente, pertenece a esa casta de futbolistas, el chileno es justo por lo que suplican sus compañeros y lo que temen los adversarios.
Trasladémonos por un instante al Allianz Arena de Múnich. El Atlético de Madrid de Diego Pablo Simeone ha conseguido volver a meterse en la final de la Champions, gracias a su trabajo, solidaridad y la clase en los metros finales de la pareja Griezmann-Torres. No ha sido nada fácil. El Bayern ha arrinconado, bombardeado y deslumbrado en un asedio casi perfecto de la meta perfectamente guardada por Oblak. Muchos aprovechan para criticar la propuesta del míster Pep Guardiola y cuestionar qué ha fallado, incluso entre los dirigentes bávaros. Arturo Vidal, en cambio, manda un aviso a navegantes cuando los micrófonos solamente hablan de derrota: "Los jugadores del Atlético van a tener pesadillas con nosotros".
Y es que hay algo en lo que los admiradores y detractores del chileno concuerdan: no se rinde nunca. Un revés en unas semifinales no es nada para alguien que ha conseguido abrirse paso en Santiago, su ciudad natal, a base de devorar campos de tierra como mediocampista. Unas raíces que no ha olvidado, hasta el punto de que el sueño final de su carrera sigue siendo retirarse con la camiseta del Colo Colo, club de sus amores. Pero todavía falta para llegar a esa etapa de un guerrero indomable.
Il capo di tutti
Sigue siendo un recuerdo perdurable en la vecchia signora. Cuando se fichó al chileno para uno de los clubes históricos de Europa, cabía preguntarse si aguantaría la mayor exigencia física y táctica del reto. El Bayer Leverkusen supuso la plataforma perfecta. Habida cuenta de su despliegue en escenarios tan serios como el del Santiago Bernabéu, disputándose un billete a Berlín, el resultado de la inversión tras un doblete histórico está más allá de cuestión. Allí formó una pareja peculiar con el exquisito Pirlo, ladrón de guante blanco, aunque Vidal no solamente ponía músculo en esa zona.
Los culés pudimos sufrir su presencia en la capital alemana. Aunque muchos despotricaron de su intensidad y jugar siempre al filo de la tarjeta, personalmente solo podía pensar lo que un día dijo Kobe Bryant cuando le afirmaron los problemas de Rajon Rondo en los Celtics: "Mándalo a mi equipo". Un guerrillero sin concesiones. Fue una estampa imborrable en el pasado Juve-Bayern de la Champions anterior. No hubo piedad con sus ex compañeros, igual que con Carlitos Tévez, el mediocampista ni da tregua ni la pide. Eso sí, terminó ambos despliegues como deben hacerlo las grandes batallas en el césped, abrazo con su amigo y admirado Gianluigi Buffon.
Su prueba de fuego llegó cuando pasó por las manos de uno de los más brillantes y enfermizos defensores del juego de toque. En el Bayern de Guardiola, nuestro protagonista se ganó alguna reprimenda sonada como en Stuttgart, pero también los piropos de uno de los técnicos más exigentes: "Tiene mucho mejor pie de lo que la gente piensa". El chileno ha correspondido hablando maravillas de su antiguo entrenador, mientras se sigue haciendo imprescindible en la actualidad para Carlo Ancelotti, quien no ha dudado en calificarlo como el mejor del mundo en su puesto.
Bad Boy
De haber nacido antes y haberse dedicado al basket en lugar de a practicar el fútbol, Arturo Vidal habría sido bien recibido por Isiah Thomas y Bill Laimbeer en el vestuario de los Detroit Pistons de su más salvaje camada: los Bad Boys. Vidal tiene todos los rasgos que definen a esos sospechosos habituales: garra no exenta de calidad, competitividad, valentía y, desafortunadamente, un raro don para meterse en líos. No se trata de moralismos, tampoco de si provoca más o menos uno de los grandes secretos del líder de la Bundesliga, sino que, en cierto sentido, la historia edificante del chico de orígenes humildes que se sobrepone a todo también refleja algunos de los males del disparatado mundo del deporte profesional.
Sin duda, una de las situaciones más graves fue su conducción en estado previo, no siendo tan grave que se saltase las normas de la concentración como poner en riesgo su vida y, lo que todavía es peor, la de otros conductores. Fue un punto muy bajo que recordaba anteriores detenciones policiales y problemas de disciplina, esa muestra de que el dinero no lo puede comprar todo. Vidal se sobrepuso y ha sido uno de los pilares clave para que Chile ganase dos finales a cara de perro frente a la Argentina de Lionel Messi.
Cual Chapulín Colorado, Vidal suele celebrar sus goles dibujando un corazón como escudo que va dedicado a su familia, su tabla de salvación. Cuesta pensar que alguien con fama de combatiente se permita ese toque de dulzura, pero con el rey Arturo chileno todo es posible. De Vidal, a día de hoy, lo único que sabemos es que ya nos gustaría que jugase en nuestro equipo. Aunque solamente fuera para no tenerlo en frente.
-http://www.cnnchile.com/noticia/2016/10/11/arturo-vidal-sigue-en-riesgo-de-no-poder-jugar-frente-peru
-https://www.casadellibro.com/libro-peliculas-para-la-educacion-aprender-viendo-cine-aprender-a-ver-cine/9788437636078/4484947
-http://www.t13.cl/noticia/deportes13/futbol-internacional/presidente-del-atletico-madrid-responde-vidal-feo-nuestro-futbol-jugamos-ganar
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