lunes, junio 12

Sin salida




El Mediolanum Forum de Milán fue el mudo testigo de la abdicación de un proyecto. No se trataba de una aventura cualquiera. Durante años, el Barcelona de Xavi Pascual había honrado el campeonato doméstico y ganado fama de muy competitivo fuera, virtudes que fueron evaporadas al sufrir una paliza histórica durante unas aciagas semifinales ante el Real Madrid (100-62). El hecho de que se consiguiera una liga casi milagrosa hizo confundir lo que fue un ejemplo de profesionalismo con síntomas de mejora. La plantilla precisaba de una profunda renovación y el staff técnico no transmitía la misma ilusión que en pasados cursos. Con el trofeo liguero como aval, la escuadra blaugrana agotó el crédito con una travesía en el desierto que se certificó al no conseguir ningún título. 



Hoy día, ya con Georgios Bartzokas cesado tras una campaña mediocre, los pocos retoques dados no convencen en lo absoluto. Por primera vez en muchísimo tiempo, el equipo cayó en primera ronda de los Playoffs de la Liga Endesa, mejorando en muy poco las prestaciones de una Euroliga donde conjuntos como el Fenerbahçe, Olympiacos o CSKA de Moscú se mostraron muy superiores al Barcelona. Tyrese Rice, jugador que siempre ha sido rentable donde ha estado, no bastaba para mejorar una pésima gestión. Sería muy fácil culpar al explosivo exterior estadounidense pero, la pregunta clave es ¿que el MVP de Milán fracase es culpa suya o de la organización deplorable de la sección en estos tiempos? 



El Palau ha vivido este curso momentos realmente inconcebibles. Un sector de la grada abucheó a Juan Carlos Navarro, uno de los mitos más grandes de la entidad. Sin duda, se trató de una acción fruto de otra frustrante derrota antes que un señalamiento del capitán emblemático. No obstante, empieza a ser moneda común que las personas que admiramos incondicionalmente la categoría de La Bomba no pudiéramos quedarnos con la última fotografía del título ACB, celebrado con sus dos hijas, broche de oro a su legendaria carrera. Navarro tiene el derecho a decidir su futuro por sus muchos méritos (no solo deportivos), pero el escolta más importante de la selección española debería ir considerando que una retirada a tiempo puede ser una victoria. Por supuesto, el Barça debería correr para seguir vinculándolo al club (técnico, trabajo con la cantera, embajador, etc.), pero cada vez cuesta más pensar que su porvenir en la Ciudad Condal siga siendo vestido de corto. 


Vetusta




Hubo una época no soñada donde el baloncesto blaugrana se mal-acostumbró. Extraordinarios fichajes (Jasikevicius, Bodiroga, Pete Mickeal, etc.) se combinaban con un producto de la casa del bueno (Navarro, Gasol, Dueñas...) para conformar escuadras que, probablemente, no han sido apreciadas en su verdadera dimensión hasta la llegada de las vacas flacas. Pudo comprobarse hace dos Supercopas, torneo que quizás había dejado de interesar al aficionado culé a pie de calle, pero que fue justamente celebrado frente a Unicaja. Hoy día, el Barça corre el riesgo de afincarse en la ciudad imaginaria de Clarín, Vetusta. 



Es decir, un lugar que fue muy importante y donde hubo de todo, aunque ya no queda nada. Por mucho que busquen engalanarse los viejos ropajes, a poco que se profundice se ven las grietas en la cancha. Que no pocos contemplan ya a la entidad como una estación de paso para probar fortuna en la NBA es casi lógico. Meta honorable y digna, no se malinterprete, pero ningún club, grande, mediado o pequeño, puede permitir que quienes estén en su roster no tengan una fuerte vocación por engrandecer el prestigio de la institución. Eso se ha ido perdiendo y explica casos como el de Hezonja. 



Obviamente, también hay un factor azar que no ha sido propicio en las apuestas. Hoja de estadísticas en mano, es lícito pensar que Vezenkov y Tomic se han salvado de la quema. Pongamos un momento el foco en el jugador croata. Su talento es incuestionable, pero tampoco admite discusión que las dudas que tenía un histórico como Andrés Jiménez sobre su madurez se han mostrado acertadas. Siempre frío, las únicas veces que ha explotado ha sido enfocándolo mal, cuando no se ha aislado del resto de sus compañeros en pista. Su excelente contrato y la facilidad con la que se ha perpetuado en un puesto tan exigente deberían haberle invitado a exigirse más.


Reconstruir, tal vez soñar



No habrá varita mágica. Se podría apostar por técnicos jóvenes y con amor por los colores, pero no es garantía de éxito con carácter inmediato. Es comprensible que incluso un icono como Saras vea más futuro en permanecer, de momento, en su querido Zalgiris. El Barça deberá armarse de paciencia y, antes de soñar con volver a batirse el cobre de tú a tú con Panathinaikos, asumir que hoy por hoy parece de nivel inferior a competidores peligrosos como Unicaja, Valencia, Baskonia, etc. Una necesaria cura de humildad que se antoja imprescindible para volver a mirar hacia arriba.



Bartzokas habló, con razón, de una plaga de lesiones en momentos clave de la temporada. No obstante, los intentos de remediarlo (desde los refuerzos hasta el polémico tema de las multas) solamente hicieron disminuir la confianza del grupo. Especialmente llamativo ha sido el caso de canteranos que han brillado en categorías inferiores a nivel internacional y a los que se dijo no tenían hueco en el primer equipo. ¿Seguro? ¿Es precisamente este Barça un roster que no pueda permitirse foguearse a los más jóvenes?



Como en el film de William Wyler, Callejón sin salida (1937), el Barça puede seguir estrellando su cabeza contra el muro de sus propias miserias o comprender, al fin, tras tres largos años, que ha equivocado el rumbo. Lo primero es dar marcha atrás en este Dead End, para buscar nuevos horizontes. 



FOTOGRAFÍAS EXTRAÍDAS DE LOS SIGUIENTES ENLACES:



-https://www.fcbarcelona.es/secciones/baloncesto/primer-equipo/noticias/2016-2017/georgios-bartzokas-necesitamos-dar-un-salto-adelante-a-domicilio-



-http://www.que.es/deportes/baloncesto/fotos/escolta-barcelona-regal-juan-carlos-f652547.html



-http://encestando.es/otro-clasico-esta-noche-todo-un-barcelona-real-madrid-esta-vez-si-con-cosas-en-juego/