lunes, septiembre 7


Recientemente, una entrevista concedida al diario El Mundo Deportivo, Claudio Bravo volvió a confirmar que es un tipo sensato y respetuoso. El guardameta chileno habló con calma y educación de su futuro rival en un duelo apasionante de la tercera jornada de Liga, el Atlético de Madrid. Tampoco alzó la voz al afrontar su pulso con un rival de puesto tan joven y ambicioso como Ter Stegen. Con mesura, el cancerbero se mostró orgulloso de su éxito en la Copa América, sin olvidar su cariño a Javier Mascherano y Lionel Messi, compañeros en el Fútbol Club Barcelona, rivales aquel día en su país por el entorchado. Como buen deportista, Bravo no rehuyó encarar de frente los retos. 



Pero hubo una pregunta que me pareció la más curiosa de todas. Víctor Valdés. Un nombre que parece estar cubierto de cierta neblina en el Nou Camp. A pesar de haber sido el arquero titular indiscutido durante muchos años en tres palos tan difíciles como los culés, nuestro protagonista no salió bien de la Ciudad Condal. En parte, tampoco nos engañemos, por él mismo y su particular carácter, uno que ya le llevaba siendo un recién ascendido del filial al primer equipo, a retar al mismísimo Louis Van Gaal.



Justo cuando muchos culés se empeñan en recordar que no se le echa de menos por las buenas prestaciones de Stegen y el propio Bravo, el entrevistado recordó las hazañas de Valdés con esa camiseta y la admiración que él ya sentía por su predecesor cuando se enfrentaban, militando Claudio en la Real Sociedad. El chileno deseó lo mejor a su antiguo rival, de quien recordaba que sus aficionados debían estar muy orgullosos. Un toque de sensatez del que Víctor y su ex hinchada deberían aprender.  



Gracias a un espectacular Informe Robinson descubrimos hace unos años que el ahora jugador del Manchester United (aunque su relación con Van Gaal, su primer gran valedor, es tirante y con momentos de hielo) fue el portero que no quería serlo. Es algo que cuesta entender, pero no ha sido el único caso de gran deportista en lo que hace, si bien aborrece su demarcación. Diego Latorre rememoraba como Gabriel Omar Batistuta, el gran goleador de la selección argentina, no disfrutaba del fútbol, lo que él realmente había querido de niño era estudiar y sacarse una carrera. Igual que en el caso de Bati, no tener el corazón en su labor no impidió a Valdés ser, sencillamente, el portero más exitoso en la historia del Barça. 



París puede dar fe de ello. Allí consagró su nombre en una galopada increíble del mejor Henry que se recuerda, como símbolo del Arsenal, siendo frenado en varios mano a mano con el joven descarado que tan bien manejaba la pelota con los pies. Aquel día en la capital frances, Henry pudo con el mismísimo Puyol en duelos individuales, pero se chocó con aquellos reflejos. Años después, lo harían Cristiano Ronaldo y su Manchester en Roma. Y, coincidiendo con la baja de Iker Casillas (única causa de que Víctor no haya sido titular indiscutible con la Roja es haber coincidido con este hacedor de milagros futbolísticos de santoral), nuevamente en la antigua Lutecia, haciendo varias intervenciones imposibles ante la Francia de Ribery, salvaguardando la clasificación de los pupilos de Vicente del Bosque. 



Temporadas increíbles y muchos grandes momentos, como aquel pase que inició el tanto decisivo de Pedrito en las semifinales de la Champions ante el mismísimo Real Madrid de Mourinho. En un campo cubierto de lluvia, Víctor dio un pase digno del mejor centrocampista. No es, por desgracia, lo único que marcó su pasó por la entidad blaugrana. Enfados y carácter, un tipo con una personalidad complicada y que, al fin, ha reconocido que su despedida no fue la deseada. Lo hizo a su manera, la de una persona que si tuviera una máquina del tiempo cambiaría sus designios para ahorrarse tantos momentos de sinsabores antes de saltar a la fama. 


Más de 500 partidos defendiendo esos colores merecían otro adiós. No ayudaba su celo, tampoco el entorno mediático, ese que convierte a héroes en villanos con una facilidad pasmosa. De cualquier modo, intentos de hacerle caer en el limbo terminarán fracasando porque la afición tiene memoria y han sido muchos los servicios prestados. Frustrado su fichaje por el Besiktas, más de un culé cruza los dedos porque le salga bien la cosa en Manchester y pueda volver a demostrar su calidad. 



Quiso un cambio de aires por sus motivos personales. Rechazó una generosa oferta para renovar estando ya lesionado, cierto es que resulta una decisión curiosa, cuanto menos. Pero este Barcelona que ha coleccionado tantos trofeos sigue teniendo una deuda con el hombre que puso fin a un debate muy fuerte que existía en la entidad desde que la debacle de Atenas marcó el final de la larga etapa de Andoni Zubizarreta como el dueño de los guantes azulgranas. 



Gracias por todo, Víctor, especialmente ese mano a mano contra ese titán llamado Didier Drogba. 



FOTOGRAFÍAS EXTRAÍDAS DE LOS SIGUIENTES ENLACES:



http://www.zimbio.com/photos/Victor+Valdes/Barcelona+v+Chelsea+UEFA+Champions+League/L97KLBGZtPw



http://www.elconfidencial.com/deportes/futbol/2013-03-27/valdes-frena-a-francia-y-demuestra-que-el-suyo-tambien-en-un-guante-de-santo_659572/



http://www.sportskeeda.com/slideshow/football-lionel-messi-xi-10-best-teammates