
A muchos le debió parecer arrogancia poner al Bad Boy a defender, más en un show como aquél. El chico se llamaba Allan Iverson. El viejo técnico, al ser preguntando, no lo dudó "¿Qué si me hubiera gustado tener a Iverson como jugador? Claro que sí, el chico es un guerrero y juega muy bien". Corteses y merecidas palabras, pero, ¿qué pensaría el tatuado muchacho?
Acaba el encuentro y el genial base anotador se acerca a la figura con el puro, Auerbach se sorprende por un momento, pero enseguida sonríe: "Coach, ha sido un honor jugar para usted". Hablar del arquitecto de los Boston Celtics se podría resumir en amor y respeto de cuantos les conocieron. Incluso el polémico David Stern hablaba de "Hueco irremplazable" tras conocer su perdida.

Lo cierto es que teniendo en cuenta lo parco (por no decir en ocasiones pretencioso) que es Jackson con medios y en ocasiones rivales (por ejemplo: Kevin Durant) sorprende el respeto que siempre ha mostrado por Red. Pero, ¿qué ha pensado Auerbach del técnico que le terminó batiendo la marca (aunque en más años de ejercicio) después de su fallecimiento?
La gente ha solido malinterpretar sus palabras de: "Phil nunca ha tenido que empezar de cero. Ya había encontrado a Chicago la labor de Doug Collins y en Los Ángeles ya había gente que le fichó y confeccionó la plantilla". Es cierto que dijo aquello, que los detractores del Zen aprovecharon para colocarlas como credo y sus defensores hablaban de viejos vengativos y celosos del éxito de las promesas. Ambas premisas son incorrectas, Red no subestimaba a Phil y tampoco era una persona que se dejase guiar por la envidia a la hora de valorar cosas baloncestísticas (no se ficha a Larry Bird ni se logran chollos como McHale o Parish siendo un míope).

Su sorprendente juicio proseguía: "¿Sabes cuál fue su mejor año para mí? En 1994, cuando se quedaron sin Jordan. El chico hizo el trabajo de un demonio, reconduciendo Scotty Pippen al liderazgo de una plantilla más mermada. Hicieron una buena temporada regular y llegaron a las Finales de Conferencia y, de no haberles arbitrado como lo hicieron en el quinto encuentro, habrían llegado a la Final". Por ende,Auerbach conocía a la perfección y hasta apreciaba los méritos de Jackson en su justad medida.

"No se trata de defender a Red, sino de ganar el anillo", matizaba Doc Rivers en la feliz (para los célticos) Final de 2008. Y en cierto sentido, Rivers le dio un clinic de conducta a un furibundo Maestro Zen, poco acostumbrado a no manejar las series a su antojo. Pero, apenas un año después, lograba el anillo de una manera brillante, "El mérito en la victoria siempre es de los jugadores. Si algo falla es cosa nuestra, que no sabemos guiarles".
- "¿Semejanzas entre Phil y yo? Ah sí, cuando hablamos los jugadores nos escuchan y respetan. La verdad es que eso es bastante importante"- Red Auerbach.
Dos de los más grandes. Una de las mejores personalidades de la historia contra las mejores estadisticas. Difícil decisión que dependerá de cada cual... personalmente, voy a encender un puro para ratificar mi elección...
2 comentarios:
Siceramente me quedo con RED.
En tu caso, amigo The Virus, no se esperaba menos de un céltico.